"El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma." - Beretolt Brecht -
29/8/21
EL BULON DE ORO DEL PUENTE CARRETERO
Santiago Manta
Por Miguel Coria
Este ha sido otro de los grandes proyectos ideado y creado por el inolvidable Carlos Carabajal.
A principio de los años noventa don Carlos reclutó a dos jóvenes valores de nuestra música con un gran futuro (Marcelo Mitre y Ciro Acuña) y al músico y bandoneonista bandeño de basta trayectoria Hector Castro "Castrito", y los unió a su talento para fundar la agrupación SANTIAGO MANTA.
Si bien el nombre del cuarteto (Santiago Manta) ya era conocido; don Carlos Carabajal había integrado a finales de los años cincuenta una agrupación con esa denominación junto a los músicos Piñón, Soria y Navarro, incluso llegando a grabar un disco de pasta, a principio de la década de los noventa volvió a utilizar el nombre para dar a luz esta agrupación de gran consagración y con un nuevo sonido-mezclando trayectoria y la sangre joven del folclore-dentro de la música nativa.
La foto que acompaña este escrito pertenece a la tapa del cassette que grabaron por esos años y que fuera editada por la Productora RADAR.
La grabación se realizó en el Estudio Melodía Record siendo el técnico de grabación Hector Simon Kairuz.
La dirección artística del proyecto fue del músico y compositor Jose Chingolo Suarez.
21/8/21
Entrevista a Orlando Gerez (bandoneonista santiagueño)
¿Por qué hoy es el día internacional del Folklore?
Cada 22 de agosto se celebra el día internacional del Folklore y en Argentina se conmemora el día del Folklore argentino. En esta nota te contamos por qué.
En el Día Mundial del Folklore, celebramos todas las expresiones artísticas populares, desde la música y la danza, y también las que nacen de la maravillosa habilidad manual y universo verbal.
¿Por qué se celebra hoy?
Fue el arqueólogo inglés William John Thoms quien usó por primera vez la palabra “folklor”, el 22 de agosto de 1846, en un escrito publicado en la revista The Athenaeum de Londres. El concepto deriva de "folk" (pueblo, gente, raza) y de "lore" (saber, ciencia), y se conjuga como el "saber popular".
A la palabra la podemos ver escrita como "folcklore", "folclore" o "folklore", la Real Academia Española optó por utilizar "folclore". Sin embargo, en el uso más generalizado se usa “folklore”.
El 22 de agosto de 1960, casi un siglo después de que se creara el término, se realizó en Buenos Aires, el Primer Congreso Internacional de Folklore. Presidido por el prestigioso folklorólogo salteño Augusto Raúl Cortázar, el Congreso reunió a representantes de 30 países quienes instauraron el 22 de agosto como el Día del Folklore.
La celebración coincide con el nacimiento de Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917), el etnólogo, arqueólogo, historiador, proclamado el “padre de la ciencia folklórica argentina“, por ser un pionero en realizar trabajos de exploración arqueológica y en dedicarse a estudios sistemáticos del folklore nacional.
En 1885, con apenas 20 años, Ambrosetti emprende su primera expedición al Chaco, uno de los tantos viajes donde explora el suelo argentino, las culturas, las costumbres y creencias. En los Valles Calchaquíes y Quebrada de Humahuaca se centraron sus investigaciones más relevantes, ya que durante años, junto con una caravana de expertos y colaboradores, descubre y describe con lujo de detalles la ciudad prehistórica de La Paya (Salta), y el Pucará de Tilcara (Jujuy).
Salvador Debenedetti y Alejandro Casanova fueron sus discípulos y continuadores de su obra. En 1904, Ambrosetti fundó el Museo Etnográfico de la Universidad de Buenos Aires que lleva su nombre, desde donde estimuló investigaciones etnográficas y folkóricas para el conocimiento de las sociedades indígenas y criollas contemporáneas.
El folklore trata de tradiciones, de hechos sociales, estéticos, compartidos por la población y que suelen transmitirse de generación en generación. Nos habla de un saber popular e incluye los bailes, la música, las leyendas, los cuentos, las artesanías y las supersticiones de la cultura local, las coplas, entre otras manifestaciones multidimensionales.
Augusto Raúl Cortázar (primo del escritor Julio Cortázar) dedicó su vida al estudio del folklore. Para él, el folklore es una palabra polivalente y tiene una doble acepción que remite al “saber del pueblo” y “lo que se sabe acerca del pueblo”; es decir, tanto a los fenómenos folklóricos como a la ciencia que los estudia. Para que un hecho reúna la esencia de lo folklórico debe cumplir con ser popular, tradicional, colectivo, oral, funcional, empírico y regional, describió Cortázar en Esquemas del folklore.
“El folklore integra orgánicamente la vida del pueblo; pues bien: éste incorpora también a su vida actual ese pasado, que sobrevive en la memoria colectiva, no como simple recuerdo de algo ocurrido y concluso en una época cualquiera, sino como tradición, como elemento proveniente de un pretérito indeterminado, pero vigente hoy en las preferencias colectivas, en los ideales comunes, en las costumbres, en las normas consuetudinarias”. Augusto Cortázar.
Fuente: filo.news
Acerca del Folclore: ¿Que es el folclore?
Loretano Soy
Publicado en Patio Santiagueño II
Don Fortunato Juárez nació el 9 de Enero de 1.925 en Villa San Martín (hoy Loreto), aunque toda su familia era de la histórica Villa Loreto, donde el quichua y el castellano convivían en el habla cotidiana de esa “gente feliz, de paz y respeto”, hasta que casi toda la población debió trasladarse al actual emplazamiento en 1.907.
Contaba que su abuelo materno (Tatacu Carmen) y su padre eran carpinteros y músicos. Sus hermanos también fueron folcloristas. En ese ambiente musical despertó su deseo de emular a sus mayores. Cada día aprendía algo nuevo de la guitarra, lo que se incrementó en la ciudad de Santiago del Estero, donde ejerció distintos oficios.
Un accidente de trabajo en una empresa textil lo privó de una falange del índice de la mano izquierda, pero no le impidió seguir tocando y cantando. Con el conjunto Los Hermanos Juárez recorrió el país llevando la música tradicional santiagueña a la que incorporaban las creaciones de Fortunato e Higinio Juárez.
Cuando no actuaba con sus hermanos, Don Fortunato aceptaba toda invitación para cantar. Se integraba a grupos costumbristas y, cada Domingo que estaba en Santiago, llegaba a la radio con su guitarra para compartir con la gente del Alero Quichua Santiagueño.
En los primeros años del Alero Quichua, Don Fortu estuvo muy unido al grupo nativista. Después supo asesorar al Secretario de la Comisión Directiva para el correcto manejo de libros, documentos y trámites. Fue integrante del elenco que ponía en escena la obra Casarácoj (El Casamiento) de Don Carlos Maldonado; en ese tiempo de compartir viajes a distintos lugares de nuestra provincia y a Buenos Aires, la gente del Alero pudo conocer aún mejor a este gran creador de personalidad humilde y sencilla.
Sus creaciones son cantadas en distintos escenarios del país. Solo por nombrar algunas, mencionamos: Bienhaiga con el Mocito, Para mi Pago, De Ahicito, Así era mi Mama, Loretano Soy, El Violín de Tatacu, Chacarera del Chilalo, El Huajchito, Sumampa Viejo, Plaza Libertad, Soy Santiagueño que Vuelve, El Linyerita, Paisanita de mi Pago… son muchos temas criollos.
Don Fortunato Juárez falleció en Santiago del Estero el 7 de Septiembre de 2.000 a las tres de la tarde.
Así como creó páginas inolvidables para el cancionero argentino, Don Fortunato Juárez formó nuevos guitarreros y cantores, en una tarea sin estridencias pero con grandes resultados, pues esa siembra que hizo a lo largo de su vida sigue dando frutos.
Loretano soy - trunca
(Fortunato Juárez)
Santiagueño soy señores
en Loreto yo i nacido
entre medio la algarroba
mistol y chañar florido.
Capillaman pusaharancu
de la Virgen de Loreto
el pupito ashpa-ashpa
y el crucifijo en el pecho.
Con la caja y la guitarra
soy feliz bajo el alero
con mi china y mi caballo
y con añapa en el mortero.
Estribillo
Canta, canta el coyuyo
canta, canta el boyero
vengan cantemos juntitos
a Santiago del Estero.
Huarmi sumaj loretana
bella china santiagueña
que tacota pallascara
mientras el gaucho sueña
Carnaval nocka chayani
caballupi a las trincheras
con mi huarmi en las ancas
pa bailar las chacareras.
Si no toco la guitarra
si no bailo chacareras
no habiendo un trago de aloja
Tata Dios hacé que muera.
FORTUNATO JUAREZ
Nació el 9 de enero de 1925 en la antigua Villa Loreto
falleció el 7 de septiembre de 2000, dos días después de Pablo Raúl Trullenque dejando una importante cantidad de obras que nacieron de su inspiración y que difundió a través del tradicionalista conjunto Los Hermanos Juárez, que hicieron historiaen el folclore santiagueño.
El Linyerita, Chacarera del Chilalo, De ahicito, Bien haiga con el mocito, Que me has hecho chacarera, Para ti compañera mía y Chacarera para mi flor son algunos de los temas que enriquecieron su gran producción artística y literaria, a la que grabaron grandes músicos argentinos.
Don Fortu, como todos lo llamaban, le cantó a su Loreto natal de una forma visceral (Violín Tatacu, el más representativo de su amor a su tierra), a sus hijas (la polca Sonia Nancy) y a su esposa Francisca Roldán (Luz de mis ojos y Para ti compañera mía.
Su lugar de origen
"Mis hermanos mayores nacieron en la Villa Loreto. Solamente el Chango y yo nacimos en Villa San Martín, actualmente conocido como Loreto. Mucha gente se mudó de la costa del río hacia lo que hoy es Loreto. Sucede que la crecida del río tapó la antigua Villa Loreto. Los que vivían en la margen derecha del río se mudaron a Villa SanMartín y los que vivían en la margen izquierda se fueron a Brea Pozo".
El abuelo Carmen y su padre
"Mi abuelo Carmen y mi padre tenían una carpintería y no les faltaba materia prima porque con cada creciente del río venían árboles que arrastraba la corriente. Mi abuelo que era nadador los arrimaba a la orilla. Por eso en una parte de la letra del gato yo puse "vencedor del río Dulce". Ellos eran músicos: mi padre tocaba guitarra y mi abuelo el violin.
Fundación de la institución social y deportiva “INTI CLUB”.
Esta institución estaba ubicada en la esquina de Buenos Aires y Mitre de la ciudad capital de Santiago del Estero. Su nombre deriva del vocablo quichua “inti”, que significa “sol”. Originalmente su cancha era de polvo de ladrillos y en su sede se practicaba básquetbol, box, bolley ball y ping-pong.
En su historia deportiva, el Inti logró ser campeón del Campeonato Argentino de Clubes Campeones, primero en 1957 en la ciudad de Córdoba, ganándole la final al club Unión de Santa Fe; y en 1959, en Santiago del Estero triunfando frente al club Arizu de Mendoza. Contó con grandes jugadores como los hermanos Ríos, Paco Barrientos, Jorge Saad, Ramón Martínez, Aníbal Giménez, Manuel Leguizamón, Juan Small, Dante Acosta y José Butiler, entre otros. De ellos se destacó el “Inqui” Ríos, por su temple, fortaleza física y talento. Otros hechos para resaltar en el solar del Inti Club, son los orígenes deportivos de Miguel Cortijo, jugador destacado a nivel nacional e internacional.
La vida del club se fue apagando hasta que en 1989, con serios problemas económicos junto a otros dos clubes que vivían situaciones similares, deciden la fusión, para formar la Asociación Atlética Quimsa. Esta es la unión de tres clubes históricos del básquet santiagueño, como lo fueron: El Inti Club, Santiago Básquetbol Club y Estudiantes Unidos. Su estadio es conocido como Estadio Ciudad, antigua casa del Estudiantes Unidos, y fue remodelado y modificado con el dinero obtenido por la venta de los predios del Inti Club en calle Mitre y Buenos Aires, y Santiago Básquetbol Club, en calle Urquiza. Esta nueva Institución, participa en la Liga Nacional con importantes logros nacionales e internacionales.
La placa que hoy se encuentra en el edificio construido en ese solar, expresa lo siguiente: “En este solar funcionó por 58 años el Estadio del INTI Club, entidad pionera del basquetbol de Santiago, fundado el 21-8-1931 consiguiendo lauros provinciales y nacionales. Entre sus directivos estuvieron O. Alfaro, Arturo Luna, Lorenzo Ríos y entre sus jugadores: Inki Ríos, Tito Saad, Paco Barrientos, Zoco Acosta, Small, Demasi, Jiménez y otros tantos que hicieron grande a esta institución y siempre estarán en el recuerdo”.
Inti Club de mis amores
buenos aires esquina mitre
botando la pelota, siesta
caliente perfumes de azares
el básquet latente.
inti juego, dribling, doble
recuerdos y anhelos de tiempo
que se fue.
noches de triunfos gritos, y furia
contenida, tito el que hacia vibrar
a los compañeros e hinchada,
goleo del Inki , el “dedo” del soco
bloqueo de tapa.
y todo se acaba y todo es poco.
Paco Barrientos, de dibling fastuoso
historia grande con miguel el virtuoso
que linda función
y llega a ser terminante, se cae el telón
el inti fenece y llega la fusión.
estas en el recuerdo y por siempre serás
el sol de Santiago esquina de gloria
azul y oro nunca morirá.
MARCELO A. ARGAÑARAS 21/08/13
21 de Agosto de 1931
Fuente: Inti Club De Mis Amores
19/8/21
CARLOS CARABAJAL, EL QUE COMPONÍA ACOSTADO
Los Carabajal son como los Buendía de Cien años de soledad. Una dinastía tan numerosa y con tantas ramificaciones que, al igual que en la novela de Gabriel García Márquez, para entender bien la historia conviene dibujar un árbol genealógico.
Ya hablar de dos de ellos es complicado. Por ejemplo, Cuti y Roberto, que acaban de grabar un disco con cantantes mujeres, Buenas y santas. Son tío y sobrino y tienen casi la misma edad: Cuti 56, Roberto 50. En la familia, folclórica y santiagueña, hay sobrinos mayores que sus tíos y hermanos que podrían ser padres de los menores. Los 12 hijos varones de Francisco Rosario Carabajal y María Luisa Paz bien podrían haber armado un equipo de fútbol local, con hinchada (la 12) incluida. Pero optaron por la música, tal vez por ser santiagueños, y preferían, como Carlos (el quinto hermano, padre de Peteco y Graciela), componer chacareras acostados, en la cama, en un modelo cigarra de fábula a la que, al final, le va bien.
Para eso, hay una anécdota: la cuenta Cuti, el menor de los hermanos. "El que empezó con la composición en la familia fue Carlos. El tenía una particularidad: componía acostado. Como buen santiagueño, se acostaba en el catre, agarraba la guitarra y así pasaba horas. La mujer le decía: 'Carlos, estás tirado ahí todo el día con la guitarra. Kennedy tiene tu edad y es presidente de los EE.UU'. El abría un ojo y le decía: 'Andá a decirle a tu Kennedy que haga Sol mayor como yo'. Hasta que un día compuso una chacarera, A la sombra de mi mama, la grabó Leo Dan en México, vendió un millón de discos, y en esa época SADAIC pagaba bien: fue a cobrar y le alcanzó para comprarse un terrenito en Morón, se hizo una casita, se compró un autito y un colchón. Y la mujer, cuando lo veía caminar por el patio, decía: 'Carlos, acostate, por favor'."
En los 60, Carlos integró la formación original de Los Carabajal, junto con Agustín (el séptimo hijo varón, que murió en 1975, y dejó chacareras como La Telesita o La Rubia Moreno), Cali (hijo de Enrique) y Cuti. Hasta que "hace 15 años decidimos formar un dúo para cambiar un poco el estilo, la forma. Incorporamos un saxo, un teclado, una guitarra amplificada, la percusión, salimos con temas nuevos, fuimos consagración en Cosquín, actuamos en el Opera, en el programa de Sofovich, fuimos a Japón, a Estados Unidos —resume Cuti—. Nos fue muy bien, como a Peteco (que tiene más alto vuelo poético y musical), o a Los Carabajal, que ahora son Cali y Mario, y dos hijos de Cali, Walter y Carlitos".
Y aunque ellos se alejaron de la tradición, prefieren no hablar de ruptura. "Nos parecemos un poco a los hermanos Avalos, didácticos —define Cuti—. Rompimos con la estructura de tres guitarras y un bombo, con los trajes de gaucho". Y Roberto aclara: "No hubo distanciamiento con la familia. Eso también fue virtud de los Carabajal músicos, tener siempre el apoyo familiar".
Como muestra del costado didáctico del dúo, grabaron un disco, El Martín Fierro, donde musicalizaron el clásico de José Hernández y presentaron en 350 colegios de todo el país. Y como prueba de que la familia no se distancia sino que además crece y se multiplica, cada tercer domingo de agosto, para celebrar el cumpleaños de "la abuela", doña Luisa, aún después de fallecida, los cerca de 60 Carabajal ofrecen hacen una gran fiesta popular con música, 500 litros de locro y 5.000 empanadas.
Y para que todo quede en familia, en Buenas y santas hay dos temas de Carlos: Alma Challuera, que canta su hija Graciela y él la acompaña en los coros, y La Pockoi Pacha, que interpreta su nieta, Roxana. Cuti (compositor de la mayoría de los temas) y Roberto hacen voces y guitarras y Camilo (primero de los cinco hijos de Cuti, Roberto tiene dos) toca el bombo. La idea de hacer un disco con cantantes de otros géneros haciendo chacareras fue ocurrencia de Cuti: "Empezamos a invitar... y nadie se resistió".
"A tal punto que la señora Estela Raval —acota Roberto—, en su show y en su disco grabó la chacarera Con tal que nunca me dejes, la tercera de una historia que empieza con Déjame que me vaya, que cantó Marilina Ross (la animamos con un vinito en el estudio) y sigue con Pedime que vuelva, que entona María Graña. "Al escucharla se nos pusieron los pelos de punta", dice Cuti, y agrega que la serie termina con la cuarta, que canta Nora Briozzo: Qué le vas a hacer".
Fuente: Patio Santiagueño II
18/8/21
Agosto, el mes de la tierra

17/8/21
Agustina, mujer invencible
15/8/21
Sixto Palavecino: El público espera el "Long Play" que grabaré para R.C.A Víctor
Escribe Polo Serrano
Con el deseo de llevar en forma variada los reportajes de nuestros valores, entreviste a Sixto Palavecino, decir este nombre, es pronunciar dos palabras que mejor se ubican dentro del panorama folklórico y en el cariño popular.
Me traslade al domicilio de este artista en el Jeep del diario La Hora y fui recibido por Haidee, hija mayor de don Sixto.
Este salió a mi encuentro con Carmencita hija menor y expreso:
Lo esperaba Polo, pues A. Salomón difusor de la RCA Víctor me había anunciado su visita.
De esa manera tan simple fui recibido por este valor del folklore, la misma forma directa con que “habla” en sus canciones a todos los públicos y que no está basada en ningún secreto que no sea su forma de ser.
-Yo nací en Salavina hace 49 años y desde mis años de chango aprendí a tocar de oído el violín y luego la guitarra.
-¿Cuando comenzó a tocar el bandoneón?
-Un conjunto folklórico visito mi pago y me entusiasmo ese instrumento, cuando lo vi tocar a uno de los integrantes de esa orquesta y de inmediato compre y volqué mi vocación musical en el bandoneón que muchas satisfacciones me dio.
-¿Cuándo comenzó a actuar en nuestra ciudad?
-En el año 1962 decidí venir con mi familia a Ciudad Capital y de inmediato comencé a actuar, pues el conjunto estaba integrado por mis hijos, Rubén, Haideee y Carmencita, y siempre tenemos el repertorio bien ensayado, sobre todo que no tengo problemas de incumplimiento por parte de los músicos, muy vulgar en nuestro medio, pues todos vivimos juntos.
-¿Sus hijos aparte de ser músicos desarrollan otras actividades?
-Por supuesto, Rubén que tiene 21 años es Maestro mayor de obras, Haidee de 19 años estudia magisterio y Carmencita, la menor está terminando sus estudios primarios. A veces eso me impide poder desarrollar una actividad más amplia, pues tengo muchas propuestas para recorrer el país, planes que dejare para las vacaciones escolares.
-Según me informo A. Salomón que usted había grabado un Long Play y otro disco simple.
-Es verdad, grave un total de 15 piezas que fueron realizadas en el mismo día ante la admiración de técnicos y director artístico del sello grabador, pues generalmente esa cantidad se graba en 2 o 3 días.
-¿Podría nombrarme alguna de las composiciones que grabo?
-Con mucho gusto, “Historia de un sufrido” (chacarera), que nos habla de las penurias que paso Palito Ortega antes de llegar al estrellato. “El astro de Santiago” (chacarera) que narra el recibimiento que le tributo el pueblo santiagueño cuando Leo Dan nos visito por primara vez después de triunfar.
-¿Por qué no los titulo entonces con el nombre de los astros?
-Ese fue mi propósito, pero cuando fui en la SADAIC, me exigían una autorización escrita de los astros referidos, lo que hubiera resultado imposible localizarlos por los múltiples compromisos que tienen.
-¿Qué otros títulos grabo?
-Fiel Compañera (chacarera); Para mi bombo leguero (chacarera); Carbonerito santiagueño (bailecito); Así es mi gato (gato).
-¿En la capital Federal que actuaciones realizo?
-En radio Splendid en una audición que hable en quichua y luego yo mismo hice la traducción. Mis hijos cantaron en quichua y fueron muy aplaudidos. También nos presentamos en Radio Argentina, Radio Libertad y Canal 9 de TV y en lugares de espectáculos y en peñas folklóricas.
-¿Qué planes tiene para el futuro?
-Como le decía espero que termine el año escolar para poder cumplir compromisos en Bs As, ahora aquí actuamos los fines de semana en peñas folklóricas y pronto haremos radio, también para la fiesta del Señor de Mailin cumpliremos un compromiso en esa localidad.
-Quiere agregar algo las para terminar este reportaje?
-Sí, agradecer al público en general, a los colegas que cuando supieron de mi grabación del Long Play se interesaron por saber cuando sale a la venta pata adquirirlo.
Nota publicada originalmente en la edición del día Sábado 15 de mayo de 1965 en el Diario La Hora de Sgo del Estero.
Diario "La Hora"
"La Hora" fue un diario fundado por Leocadio de Jesús Tissera, que circuló en Santiago del Estero desde 1924 hasta 1973. Al comienzo se publicó con el nombre de “El Pueblo”, que tuvo corta duración. A partir de 1926 comienza a llamarse “La Hora”.
Trayectoria
Luis Gerardo Quadrelli, escritor, quién trabajó en La Hora desde los 16 años cuenta en uno de sus libros la historia de este diario:
“En nuestra ciudad circularon, en el siglo pasado, diarios y periódicos; muchos de ellos no tuvieron larga duración.
En la década del 20 diario “La Hora”, en los '50 el diario “Santiago” que tenía sus talleres en la calle Tucumán al 200; diario “La Provincia”, en Libertad y Buenos Aires y luego, en la década del sesenta y setenta diario “Tribuna” en Belgrano y 9 de Julio, y diario “La Calle”.
El diario “La Hora” fue uno de los que más tiempo estuvo en circulación, con casi cincuenta años de salir a la calle. Fue fundado el 4 de febrero de 1928, por don Leocadio de Jesús Tissera. En principio sus talleres y administración funcionaban en calles 9 de Julio y Buenos Aires, más tarde, en 1945, se ubicó en Libertad 678, años después y hasta su desaparición en calle Entre Ríos 56.
Leyendo en las colecciones que se encuentran en la Biblioteca Sarmiento “La Hora” nace con el nombre de “El pueblo” con el lema: “El que sea martillo que golpee y el que sea yunque que aguante”.
Años más tarde se cambia el nombre, quedando definitivamente como diario La Hora. En 1930 se reemplaza el lema por “La Hora será tribuna de defensa de los derechos del pueblo”, hasta que en el año 1944 se lo reemplaza y queda definitivamente el lema: “Aquí estoy para decir lo que nunca nadie podrá olvidar ni desmentir. Almafuerte”.
José Edmundo Tissera Corrales, lo sucede a don Leocadio como administrador y copropietario, en el año 1945 y el diario avanza en la compra de máquinas Linotipo; su hermano José Agustín Tissera Corrales era el responsable de la parte administrativa y ya en la década del 60, se suma doña Rosa Tissera de Gamboa, formando de esa manera una empresa familiar.”
Anécdotas
“La Hora era un diario vespertino que circulaba de lunes a sábados, con jornadas que se iniciaban a la mañana y se prolongaban hasta el cierre de la edición que solía ser a las 21, si no había inconvenientes o alguna noticia de última hora.
Los diarios, en su mayoría recibían las noticias a través de teletipos, “La Hora” no tenía ese medio y por lo tanto, los cables se recibían a través de los informativos radiales, transcribiendo las noticias con la máquina de escribir. Para ello se utilizaba una radio de grandes dimensiones con una antena de gran alcance. Era sorprendente la velocidad para tipear que tenían los cronistas, que al tiempo que transmitía el informativo, ya se iban copiando los cables a máquina para luego pasarlos al secretario de redacción, que se ocupaba de clasificar las notas y enviarlas al taller. Mundo Tissera era el más destacado en esa tarea ya que “no se le veían las manos” (en el decir de los colegas) cuando tecleaba recibiendo las noticias y por supuesto, haciendo gala de su innata habilidad.
De las noticias locales se responsabilizaban los cronistas de las distintas secciones. En Policiales el encargado se ocupaba de retirar de la oficina de Prensa de la policía y en cuanto accidente o incidente ocurría en la ciudad. En todos los casos el diario informaba con nombre y apellido de los protagonistas, sin temor a recibir represalias o querellas de los afectados. El lema era informar, costare lo que costare. La información oficial era retirada de la Casa de Gobierno.
En Deportes los periodistas deportivos asistían a las sesiones de la Liga Cultural para llevar las noticias del fútbol local y lo mismo ocurría en básquetbol con la Asociación de ese deporte y las demás disciplinas como box, atletismo, ciclismo etc.
Daba gusto leer las crónicas sobre los clubes, dirigentes y jugadores. Había columnas firmadas por los periodistas con duras críticas o grandes elogios a los buenos jugadores así como se destacaban las jugadas bien armadas y cada periodista se hacía responsable de lo escrito. En una llamativa nota, en el partido jugado entre Unión y Santiago, decía: “Jugó el Gran Tacuna y si erró dos goles, fue porque el arco no era de dos pisos” y firmaba “Velero” (año 1945).
En la sección Sociales la gente acercaba la información pues se publicaban acontecimientos de nuestra sociedad, como casamientos, cumpleaños, bautismos, enfermos y viajeros.
Las columnas sobre Política, eran las más picantes y entre las notas de actualidad se destacaban “Como se pide”, “Chaina Ninku” (Así dicen, en quichua), que más tarde se transforma en “Chaina Ninku, Pero Pitaj Hiachan”, (Así dicen, pero quién sabe). Otra columna que tuvo mucha resonancia era “Puñado de Verdades” por Flavio Correa, que aparte de ser comentarista de política y de actualidad, era un conocido procurador y tenía su estudio en calle La Plata primera cuadra.
En las ediciones especiales se vivía un clima distinto al cotidiano pues se trabajaba en los momentos que estaban disponibles las impresoras y las páginas se armaban de noche o en las primeras horas de la mañana, porque el material gráfico no era suficiente y cuando se terminaba el diario, se redistribuía el material y se compaginaban los números especiales, los cuales daban una entrada económica extra, por la cantidad de avisos publicitarios que se editaban.
La Hora siempre fue un sostén de la cultura, por lo tanto en los números especiales se le daba singular proyección a los escritores locales, que se explayaban con innumerables cuentos, narraciones, poesías y leyendas de nuestro acervo nativo.
Allí tuve la suerte de conocer a grandes escritores y hombres de la cultura de nuestra provincia, muchos de ellos con resonancia nacional e internacional, como el doctor Oestes Di Lullo, Horacio Germinal Rava, Flavio Correa, Samuel Yussem, Rolle Nassif, su hijo Alfonso Nassif y a Carlos A. Bruchman entre otros, que se destacaban en las letras.
Ya que hablo de destacados no puedo dejar de nombrar al periodista Lucio O. Diaz, luchador incansable que aparte de su trabajo como periodista, era empleado público, sufriendo permanentes castigos, en la administración, como represalias a sus críticas contra los funcionarios. Sanciones que él las tomaba y festejaba como verdaderos premios a su labor periodística, porque La Hora, en su constante decir la verdad, criticando a gobernantes y a funcionarios que no cumplían con sus obligaciones, sufrió innumerables represalias por parte de éstos. Y por supuesto la quita de publicidad oficial, que hacía estragos en la economía de la empresa.
Otros periodistas que hicieron historia fueron don Manuel Santos Santillán, que por muchos años se desempeñó como secretario de redacción, Marcelo Ábalos, que trabajando en el diario se recibió de Licenciado en Periodismo, uno de los primeros en obtener ese título, José Henry Reinoso periodista radial y televisivo, “Bichito Paz” periodista deportivo, Hugo Orosco, César Leovino Suárez y Polo Serrano comentarista de espectáculos, entre tantos que pasaron por la redacción del diario.”