El Clima en Santiago del Estero

15/8/21

Diario "La Hora"

"La Hora" fue un diario fundado por Leocadio de Jesús Tissera, que circuló en Santiago del Estero desde 1924 hasta 1973. Al comienzo se publicó con el nombre de “El Pueblo”, que tuvo corta duración. A partir de 1926 comienza a llamarse “La Hora”.


Trayectoria

Luis Gerardo Quadrelli, escritor, quién trabajó en La Hora desde los 16 años cuenta en uno de sus libros la historia de este diario:

“En nuestra ciudad circularon, en el siglo pasado, diarios y periódicos; muchos de ellos no tuvieron larga duración.

En la década del 20 diario “La Hora”, en los '50 el diario “Santiago” que tenía sus talleres en la calle Tucumán al 200; diario “La Provincia”, en Libertad y Buenos Aires y luego, en la década del sesenta y setenta diario “Tribuna” en Belgrano y 9 de Julio, y diario “La Calle”.

El diario “La Hora” fue uno de los que más tiempo estuvo en circulación, con casi cincuenta años de salir a la calle. Fue fundado el 4 de febrero de 1928, por don Leocadio de Jesús Tissera. En principio sus talleres y administración funcionaban en calles 9 de Julio y Buenos Aires, más tarde, en 1945, se ubicó en Libertad 678, años después y hasta su desaparición en calle Entre Ríos 56.

Leyendo en las colecciones que se encuentran en la Biblioteca Sarmiento “La Hora” nace con el nombre de “El pueblo” con el lema: “El que sea martillo que golpee y el que sea yunque que aguante”.

Años más tarde se cambia el nombre, quedando definitivamente como diario La Hora. En 1930 se reemplaza el lema por “La Hora será tribuna de defensa de los derechos del pueblo”, hasta que en el año 1944 se lo reemplaza y queda definitivamente el lema: “Aquí estoy para decir lo que nunca nadie podrá olvidar ni desmentir. Almafuerte”.

José Edmundo Tissera Corrales, lo sucede a don Leocadio como administrador y copropietario, en el año 1945 y el diario avanza en la compra de máquinas Linotipo; su hermano José Agustín Tissera Corrales era el responsable de la parte administrativa y ya en la década del 60, se suma doña Rosa Tissera de Gamboa, formando de esa manera una empresa familiar.”

Anécdotas

“La Hora era un diario vespertino que circulaba de lunes a sábados, con jornadas que se iniciaban a la mañana y se prolongaban hasta el cierre de la edición que solía ser a las 21, si no había inconvenientes o alguna noticia de última hora.

Los diarios, en su mayoría recibían las noticias a través de teletipos, “La Hora” no tenía ese medio y por lo tanto, los cables se recibían a través de los informativos radiales, transcribiendo las noticias con la máquina de escribir. Para ello se utilizaba una radio de grandes dimensiones con una antena de gran alcance. Era sorprendente la velocidad para tipear que tenían los cronistas, que al tiempo que transmitía el informativo, ya se iban copiando los cables a máquina para luego pasarlos al secretario de redacción, que se ocupaba de clasificar las notas y enviarlas al taller. Mundo Tissera era el más destacado en esa tarea ya que “no se le veían las manos” (en el decir de los colegas) cuando tecleaba recibiendo las noticias y por supuesto, haciendo gala de su innata habilidad.

De las noticias locales se responsabilizaban los cronistas de las distintas secciones. En Policiales el encargado se ocupaba de retirar de la oficina de Prensa de la policía y en cuanto accidente o incidente ocurría en la ciudad. En todos los casos el diario informaba con nombre y apellido de los protagonistas, sin temor a recibir represalias o querellas de los afectados. El lema era informar, costare lo que costare. La información oficial era retirada de la Casa de Gobierno.

En Deportes los periodistas deportivos asistían a las sesiones de la Liga Cultural para llevar las noticias del fútbol local y lo mismo ocurría en básquetbol con la Asociación de ese deporte y las demás disciplinas como box, atletismo, ciclismo etc.

Daba gusto leer las crónicas sobre los clubes, dirigentes y jugadores. Había columnas firmadas por los periodistas con duras críticas o grandes elogios a los buenos jugadores así como se destacaban las jugadas bien armadas y cada periodista se hacía responsable de lo escrito. En una llamativa nota, en el partido jugado entre Unión y Santiago, decía: “Jugó el Gran Tacuna y si erró dos goles, fue porque el arco no era de dos pisos” y firmaba “Velero” (año 1945).

En la sección Sociales la gente acercaba la información pues se publicaban acontecimientos de nuestra sociedad, como casamientos, cumpleaños, bautismos, enfermos y viajeros.

Las columnas sobre Política, eran las más picantes y entre las notas de actualidad se destacaban “Como se pide”, “Chaina Ninku” (Así dicen, en quichua), que más tarde se transforma en “Chaina Ninku, Pero Pitaj Hiachan”, (Así dicen, pero quién sabe). Otra columna que tuvo mucha resonancia era “Puñado de Verdades” por Flavio Correa, que aparte de ser comentarista de política y de actualidad, era un conocido procurador y tenía su estudio en calle La Plata primera cuadra.

En las ediciones especiales se vivía un clima distinto al cotidiano pues se trabajaba en los momentos que estaban disponibles las impresoras y las páginas se armaban de noche o en las primeras horas de la mañana, porque el material gráfico no era suficiente y cuando se terminaba el diario, se redistribuía el material y se compaginaban los números especiales, los cuales daban una entrada económica extra, por la cantidad de avisos publicitarios que se editaban.

La Hora siempre fue un sostén de la cultura, por lo tanto en los números especiales se le daba singular proyección a los escritores locales, que se explayaban con innumerables cuentos, narraciones, poesías y leyendas de nuestro acervo nativo.

Allí tuve la suerte de conocer a grandes escritores y hombres de la cultura de nuestra provincia, muchos de ellos con resonancia nacional e internacional, como el doctor Oestes Di Lullo, Horacio Germinal Rava, Flavio Correa, Samuel Yussem, Rolle Nassif, su hijo Alfonso Nassif y a Carlos A. Bruchman entre otros, que se destacaban en las letras.

Ya que hablo de destacados no puedo dejar de nombrar al periodista Lucio O. Diaz, luchador incansable que aparte de su trabajo como periodista, era empleado público, sufriendo permanentes castigos, en la administración, como represalias a sus críticas contra los funcionarios. Sanciones que él las tomaba y festejaba como verdaderos premios a su labor periodística, porque La Hora, en su constante decir la verdad, criticando a gobernantes y a funcionarios que no cumplían con sus obligaciones, sufrió innumerables represalias por parte de éstos. Y por supuesto la quita de publicidad oficial, que hacía estragos en la economía de la empresa.

Otros periodistas que hicieron historia fueron don Manuel Santos Santillán, que por muchos años se desempeñó como secretario de redacción, Marcelo Ábalos, que trabajando en el diario se recibió de Licenciado en Periodismo, uno de los primeros en obtener ese título, José Henry Reinoso periodista radial y televisivo, “Bichito Paz” periodista deportivo, Hugo Orosco, César Leovino Suárez y Polo Serrano comentarista de espectáculos, entre tantos que pasaron por la redacción del diario.”

No hay comentarios: