Publicado en FBK por Fernando Ramiro Godoy
Esta historia comienza con la llegada de don José Heliberto Vignolo, boticario que llegó a Santiago a principios de SXX. En 1907, inauguró Farmacia Nacional", ubicada en Bs.As y Avellaneda, donde estaba la calesita de Mario Maffini. Al año, se traslado al domicilio de Avellaneda 312, donde se estuvo instalada hasta su desaparición. Don José, se casó con Ángela Juárez Prados, con quien tuvieron dos hijas, Juana Hermelinda y Lubina.
Durante el gobierno de
Perón, cambia el nombre por Farmacia Argentina, debido a que todo lo que
llevaba el nombre de nacional, debía pertenecer al Estado. (Según la fuente).
Es en este lugar donde
Vignolo, preparaba con su mortero, su balanza, sus medidas, sus ampollitas los
remedios que recetaban los médicos.
Aquí podían encontrar miel
rosada para los fogajes, jarabe de achicoria para la tos, alcohol alcanforado
para los dolores musculares, aceite de almendras dulces para la sequedad del
cabello, zarzaparrilla, oleo calcáreo, tintura de yodo, agua de rosas, agua de
alibur para los granos y el ungüento de soldado, para la pediculosis entre
tantas otras pócimas.
Eran otras épocas de un
Santiago, con pocas calles empedradas. Fuente: Nuevo Diario. Texto: Juan Manuel
Aragón.
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