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31/5/22

Una historia que ni Walt Disney se quiso perder

 

Walt Disney baila una zamba en la terraza del Alvear Palace Hotel
frente a Don Andrés Chazarreta y su orquesta de música nativa

Cada 22 de agosto se conmemora el Día Internacional del Folclore. La razón es simple: en esa misma fecha, en 1846, el arqueólogo inglés William John Thoms utilizó la palabra 'folklor' en un escrito publicado en la revista The Athenaeum de Londres.

El concepto deriva de "folk" (pueblo, gente, raza) y de "lore" (saber, ciencia), y se conjuga como el "saber popular", según sintetiza la página oficial del Ministerio de Cultura de la Nación.

El Día del Folclorista, que se celebra cada 29 de mayo, desde el 7 de abril de 2011, cuando fue promulgada la Ley 26665, que lo instituye en memoria del natalicio de Andrés Chazarreta. Nacido en Santiago del Estero, Chazarreta es considerado el primer difusor de la música argentina y principal promotor del género que lo llevó por todo el país, desde 1906 con su Conjunto de Arte Nativo, cuyo momento histórico fue la presentación en el Teatro Politeama, de Buenos Aires, el 16 de marzo de 1921.

No es que a Don Chazarreta se le ocurrió así porque sí convertirse en un pionero del género; al contrario, el hombre pasó 27 años de su vida ejerciendo la docencia, mientras, eso sí, saldaba su apetito musical tocando la guitarra, la mandolina, el violín, el piano o la bandurria.

Pero en 1905, con la Zamba de Vargas, inició una tarea de recopilación que continuó por más de cincuenta años. Ahí sí, no sólo fue de los primeros en emprender una tarea de recopilación del cancionero popular, sino que además fue el primero en crear y sostener su propia compañía de música y danza. En ese afán, llevó el género a la categoría de espectáculo y a ámbitos que hasta entonces le estaba vedado.

Bajo el título "El coro de las selvas y las montañas", el poeta, historiador y político Ricardo Rojas publicó en el diario La Nación una entusiasta crítica que ensalzaba la presentación como “un trozo de la vida del interior trasplantada a la ciudad cosmopolita”.

Un golpe a la mandíbula del refinamiento de la alta sociedad que suponía que los teatros habían sido construidos para algo muy distinto que para mostrar gente descalza y con una parva de años encima haciendo una música que no sonaba a salones europeos.

En cambio sí sonaba a lo que desde entonces iba a empezar a ser conocido como triunfo, refalosa, cuando, escondido y una pila más de estilos musicales a los que el tiempo les dio un lugar para consolidarse como parte de acervo argentino.

Dicen los que saben que aquella presentación de 1921 en el Politeama marcó un antes y un después en el desarrollo de la música folclórica argentina.

Lo bueno de la cuestion fue que lejos de ser un fiasco, la presentación tuvo tal éxito que lo llevó a hacer varias presentaciones. Eso hizo que para muchos aquel acontecimiento fuera tomado como una suerte de "fundación moral del folclore".

A tal punto fue relevante y trascendencia el trabajo del hombre, que en 1941 el mismísimo Walt Disney pidió conocer a Chazarreta, durante la visita de "buena vecindad" que lo trajo a la Argentina. El encuentro se dio en la terraza del Hotel Alvear Palace, donde el difusor de nuestro folclore junto a su grupo ofrecieron una "función" que incluyó la interpretación de al menos una zamba y un gato, de la que los muchachos de la compañía del ratón se llevaron algunos apuntes en forma de partituras.

Aquella visita, enmarcada en la Política del Buen Vecino impulsada por Franklin D. Roosvelt en busca de sumar aliados para su país en el contexto de la Segunda Guerra Mundial sirvió también para que Walt se alejara por un rato de los conflictos salariales que lo enfrentaban a sus empleados.

Es verdad que a nivel político los resultados no fueron del todo fructíferos, teniendo en cuenta la "neutralidad" no tan neutral a la que eligieron apostar los "líderes" locales, pero don Disney aprovechó su tour también para familiarizarse con la obra de Florencio Molina Campos. Pero esa es otra historia.

En lo que respecta a Don Andrés, aquél cruce en los techos del paquetísimo hotel de Recoleta seguramente sirvió para que luego los creativos de la gran familia de Mickey y compañía ambientaran musicalmente la parte que en la película "Saludos amigos" le tocó protagonizar al "gaucho" Goofy.

En el filme, estrenado en la Argentina en octubre de 1942, el personaje baila danzas tradicionales argentinas como la zamba, la chacarera, el malambo y el pala-pala. Y claramente parte de lo que Walt y su gente vio en aquella terraza porteña también quedó reflejado en el segmento dedicado al "gauchito volador", en la producción animada Los tres caballeros.

Además del Instituto de Folclore que llevó su nombre y se multiplicó y expandió por todo el país a través de sus 72 sedes y, por supuesto, sus presentaciones, que tuvieron un último capítulo el 11 de octubre de 1956, junto a la Compañía de Arte Folklórico Andrés Chazarreta, dirigida por su hijo Agustín. La cita fue en el Teatro Casino, en Maipu 338.

Andrés Avelino Chazarreta murió el 24 de abril de 1960. Su obra sigue ahí.

Fuente: Historiasperdidas de Buenos Aires

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