Fue la festividad de origen celta más importante del periodo pagano que dominó Europa hasta su conversión al cristianismo, en la que la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre servía como celebración del final de la temporada de cosechas en la cultura celta que comenzaba con la estación oscura. Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. Su etimología es gaélica y significa 'fin del verano'.
La víspera de Samhain era una de las grandes noches espirituales del pueblo celta, siendo la otra la víspera de Beltane, en mayo. Esta era la época en que se disuelven los límites entre el mundo natural y el sobrenatural. Consecuentemente era una noche propicia para la adivinación y la profecía. Samhain era una fiesta de los muertos, de los muertos pasados, del año pasado y el final de un ciclo completo de la rueda celta de la vida. También era una época de purificación en la que se quemaban las efigies que simbolizaban los terrores del pasado y todo aquello que hubiera atribulado a una mente temerosa.
La hoguera de Samhain quemaban ritualmente las brasas del año viejo a través de la purificación, celebrada el último día del octubre en el hemisferio norte (último día de abril para los que deseen replicarlo en el hemisferio sur) la fiesta de Samhain se encuentra en la mitad del camino entre Mabon, el equinoccio de otoño (21-22 de septiembre) y de Yule, el solsticio de invierno (21-22 de diciembre). Samhain quiere decir “fin del verano” y da el nombre al primer mes del año celta, que se llama “Samonios” en el lenguaje celta galo. Para lo cual, los pobladores se visten ataviados de ropa muy tétrica y prendían fogatas en los campos o iluminaban las calabazas para ahuyentar a los malos espíritus que llegaban en la madrugada del 1 de noviembre, no lo hacían por un afán de disfrazarse festivamente, como lo es hoy.
Otras versiones le adjudican un origen druida, donde los sacerdotes la noche del 31 de octubre fungía como médium para comunicarse con las almas de los seres queridos fallecidos y así saber cómo ganarse el paraíso revelando estas almas las conductas que debían tener sus familiares en plano terrenal para alcanzar dichos fines. Los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales.
Encendían grandes hogueras para ahuyentar de entre ellos a los malos espíritus. Así como en el actual Halloween las casas están preparadas para darles dulces y comida a los infantiles visitantes que las visiten, la costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano.Después de la conquista de los territorios celtas por los romanos, éstos influenciaron el mundo céltico y adoptaron ciertas festividades agrícolas asociando Samhain a Pomona, diosa de las cosechas.
Con el advenimiento del cristianismo las celebraciones paganas fueron consideradas como prácticas heréticas. Los pueblos paganos libres fueron sometidos y sus creencias, consideradas demoníacas, fueron transformadas. Así Samhain, el “fin del verano”, se convirtió en el día de Todos los Santos, All Hallow's Eve, del cual deriva el nombre inglés Halloween. Sin embargo, no todos fueron sometidos. Así pues, la tradición será recogida y se extenderá por los pueblos de la Europa medieval, en especial los de origen céltico, quienes tradicionalmente ahuecaban nabos y calabazas que en su interior ponían carbón ardiente para iluminar el camino de regreso al mundo de los vivos a sus familiares difuntos más queridos dándoles así la bienvenida, a la vez que se protegían de los malos espíritus.
Dentro del calendario cristiano, inicialmente, la celebración de Todos los Mártires tenía lugar el 13 de mayo, pero el papa Gregorio III en 741 la cambió por el 1° de noviembre que era el dia de la “Dedicación” en la capilla de Todos los Santos en la basílica de San Pedro. Y en 840 el papa Gregorio IV ordenó en esa fecha una fiesta universal de Todos los Santos. Y como toda fiesta mayor, su preparación tenía lugar en la víspera, es decir el 31 de octubre.
Aparentemente escogieron ese día para reemplazar ese culto pagano y aprovechar la devoción de los creyentes que sentían la necesidad de continuar la tradición. Esta vigilia vespertina del día de Todos los Santos, en el ámbito de la Iglesia Inglesa se tradujo como: "All Hallow's Eve (Vigilia de Todos los Santos). Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando hasta llegar a la palabra que hoy conocemos como “Halloween” y su celebración se convirtió en una festividad puramente comercial.
En años posteriores el espíritu de Samhain reapareció nuevamente en Inglaterra como la noche de Guy Fawkes, observándose en ella muchas de las viejas tradiciones; ahora se celebra en todo el país el 5 de noviembre, con grandes hogueras y fuegos de artificio.
En la actualidad el Samhain continúa celebrándose por los seguidores de movimientos religiosos neopaganos, aunque muchos dicen que desencadenó en la más moderna fiesta de la caza de brujas en norteamérica, su origen es distinto al halloween, aunque en la práctica terminó por reemplazarlo.
En conclusión, lo que realmente se celebra es el espíritu del Samhain, que era la más importante de las festividades del calendario pagano que dominó Europa hasta antes de la expansión del Cristianismo y abarcaba el final de la temporada de las cosechas que se realizaban en el periodo “claro” del verano, y con el periodo “oscuro” llegaba el año nuevo.
El Samhain pagano no es y nunca ha sido malvado o negativo. Es un tiempo más bien para reafirmar nuestra creencia en la unidad de todos los espíritus (almas de vivos y muertos) y nuestra resolución firme de que la muerte no es el final de nuestra existencia.
Francis Figueroa Lozano
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