Quién no ha escuchado anécdotas de aquella final que
Santiago le ganó a Provincia de Buenos Aires en 1968. Si parece que estuvimos
ahí cuando nos cuentan que el “Dupla” Carrera definió el partido con un medio
gancho de zurda, que el “Negro” Flores fue una bestia para defender al “Beto”
Cabrera o que “Quebracho” Torres se hizo gigante para recuperar la bola luego
de salto entre dos a segundos del final.
Santiago le ganó esa noche a una potencia y los que tuvieron
el privilegio de estar, disfrutaron de una noche memorable a orillas del río
Dulce, donde estaba enclavado el estadio Francisco de Aguirre, construido
especialmente para esa ocasión.
Pasaron 47 años de esa noche, pero sigue flotando esa
sensación de que el partido estaba perdido y que Santiago terminó ganándolo,
sencillamente, porque así estaba escrito.
A 22 segundos del final, ya en el período suplementario, las
15 mil almas presentes en el estadio permanecían en silencio: Santiago perdía
por un simple (75 a 74) y Tomás le cometió falta a “Quebracho”, que jugaba en
el puesto que hoy se conoce como pívot. Desde la línea de libres, su punto
débil, erró el primero y el momento ya era angustiante. También erró el
segundo, pero la pelota dio un rebote largo que sobró a los lungos bonaerense y
cayó en las manos del jugador más joven del plantel: el “Dupla” Carrera. Sacó
un medio gancho de zurda, la pelota dio en el tablero y entró. El estadio
estalló de un solo grito. Santiago pasó al frente por un simple (76 a 75), pero
el partido no estaba terminado.
Buenos Aires quedó con la última bola para ganarlo, pero
“Quebracho” interceptó a Requi y los árbitros cobraron salto. El pívot de
Juventud, ya en su salsa, ganó en las alturas a pura fibra y se la dio al
“Inqui” Ríos, que cedió para el “Benja” Arce, a quien el final sorprendió con
la pelota en sus manos.
Después, la invasión, el festejo enloquecido, el grito
contenido durante los 7 días que duró el torneo. Los jugadores, en andas,
semidesnudos. En la provincia, sólo se habló de básquet durante marzo del 68,
mientras el país soportaba la dictadura militar del general Juan Carlos Onganía
y Estados Unidos atacaba Vietnam en plena Guerra Fría.
Un recuerdo
imborrable
Pasaron 47 años de aquella noche memorable para el deporte
santiagueño, pero el recuerdo sigue fresco en nuestros padres y abuelos. Y es
saludable que así sea.
“Paco” Barrientos, que era el primer asistente de don
Casimiro González Trilla, guarda un grato recuerdo del entrenador. “Yo era el
segundo de él, pero los otros muchachos (Luis Cipolina y Ricardo Gerez) también
colaboraban. Cuando estaba, él resolvía todo. Tenía mucha personalidad, era un
tipo de pocas palabras. Yo lo escuchaba y también aprendí mucho, una
barbaridad”, comentó.
“Paco” explicó que el equipo santiagueño estaba en
excelentes condiciones físicas. “Cuando terminó el campeonato, los jugadores de
Santiago estaban para jugar otro. Estaban enteritos todos. En la época que yo
jugaba, había una sola pelota y el que metía, volvía a tirar. Ellos tenían una
pelota para cada uno. No había nada de profesor de educación física, todo lo
hacía él”, aseguró.
El “Negro” Flores, que jugaba en Juventud, fue crucial en
ese torneo. “El 68 fue inolvidable, porque andaba muy bien, con 6 meses de
entreno. Cada vez que jugábamos, se veía muchísima gente en las tribunas. Fue
una de las satisfacciones más grandes de mi vida, no me voy a olvidar nunca”,
indicó Flores, que al año siguiente fue convocado a la preselección nacional.
“Era el jugador más sacrificado, siempre me tocaba bailar
con la más fea, pero andaba bien. El “Beto” Cabrera (Buenos Aires) era un
jugador completo, el “Loco” Ibáñez (Capital Federal) y Crespi (Santa Fe) eran
grandes jugadores. Al que se me ponía adelante lo cuidaba”, agregó el “Negro”.
Roberto Carrera también recuerda con gran emoción ese torneo,
en el que quedó marcado de por vida al haber convertido el último doble de la
final. “El gol del campeonato ha quedado grabado en toda la gente que ha
escuchado y ha ido a la cancha. Hasta el día de hoy me preguntan cómo fue. La
gente que estuvo en la cancha me dijo que metí sin ver, otros aseguran que tiré
de gancho. Don Casimiro me dijo que me quede al costado de Tomás y de Villalba,
pero yo no le hice caso y me fui detrás de ellos. Los sobró la pelota a los dos
y que hasta que ellos se dieron vuelta, yo ya había lanzado. Me guié del
cuadradito blanco y entró sin tocar”, comentó el “Dupla”, que se había
convertido en el jugador de la gente.
“Otro momento que no olvido fue cuando terminó el partido y
vinieron como mil para sacarme la ropa. Me dejaron en clipper (el sleep de
aquella época). Decí que el utilero me dio una toalla y así andaba festejando”,
agregó con una sonrisa de oreja a oreja. El “Dupla” soltó además una anécdota
que había mantenido en secreto. “Cuando terminó el partido, Fruet se me acercó
para agredirme verbalmente, me dijo de todo. Ellos estaban locos, les habíamos
cortado la chance del tricampeonato. Nunca lo conté, muchos años después lo
hago”, reveló.
Esteban Demasi permaneció en el banco en la final, pero sí
ingresó en anteriores encuentros que su equipo había resuelto con anticipación.
Sin embargo, no se olvida de lo ocurrido. “Siempre digo que eran mis ídolos,
que eran la Generación Dorada de Santiago. Nuestro potencial se medía por el
hecho de que 7 de los 12 del plantel habían integrado la selección argentina en
alguna oportunidad.
Sentíamos el orgullo de compartir con ellos, con semejantes
monstruos consagrados. Para nosotros era una experiencia maravillosa el estar
junto a ellos”, aseguró. “Siempre que ocurren estas recordaciones, agradezco a
la raza de dirigentes, a las instituciones públicas, al gobierno de entonces (a
cargo del general Carlos Uriondo) y sobre todo a EL LIBERAL, que seguramente atesora
un material inapreciable para las demás generaciones. Mi carrera en la
selección fue modesta y terminó en el 73, jugando con Miguel Cortijo”, agregó
Demasi, que era jugador del Inti Club.
El Campeonato Argentino del 68 representa una de las páginas
gloriosas del deporte santiagueño, en tiempos en que la provincia se había
convertido en una potencia basquetbolística. Ese es nuestro legado.
UNO POR UNO
José Flores: jugó siempre en Juventud, mientras que en la
selección tuvo la chance participar de 15 argentinos seguidos, con dos títulos
y cuatro subcampeonatos. Integró la selección nacional en el Sudamericano de
Montevideo en el 69. Se retiró en el 77, pero empezó a incursionar en el
maxibásquet, donde se consagró campeón mundial en el Cenard, tras vencer a
Rusia en la final. Hoy tiene 73 años y es jubilado de la ex Caja Popular.
Roberto Carrera: vistió la camiseta de Santiago BBC en gran
parte de su carrera deportiva, pero además estuvo dos años en Caja Popular de
Tucumán. Jugó 14 años seguidos del 67 a 81 en la selección santiagueña de
mayores. Se retiró en el 85, pero en el 86 se consagró campeón argentino de
maxibásquet, también convirtiendo el último doble de la final. Hoy tiene 67
años y es empleado del Banco Santiago del Estero.
Esteban Demasi: con la camiseta del Inti fue campeón
provincial en cuatro oportunidades, pero además logró dos subcampeonatos
argentinos de clubes campeones. Fue campeón universitario. En el plano
dirigencial, fue el presidente de la delegación de Santiago que se consagró campeón
argentino de Cadetes en Córdoba, en el 84, y en su calidad de secretario de la
Federación, participó en el congreso donde se aprobó la creación de la Liga
Nacional. Falleció hace algunos meses
Horacio Goytía: jugó toda su vida en Red Star y en el seleccionado
santiagueño de mayores en tres argentinos. Tiene 67 y se jubiló como empleado
de la ex Caja Nacional de Ahorro y Seguro.
Fernando Najarro: hizo toda su carrera deportiva con la
camiseta de Olímpico. Debutó en la selección santiagueña en el 65, en Caucete,
San Juan y se retiró en el 77, pero siguió jugando al básquet en la categoría
veteranos. Tiene 70 años y es comerciante en la ciudad de La Banda. Se recuperó
de un ACV con una fortaleza anímica admirable.
Gustavo Chazarreta: Jugó en Santiago BBC, Universitario de
Córdoba y General Paz, donde terminó su carrera deportiva integrando el equipo
conocido popularmente como las Estrellas Blancas. Integró los seleccionados de
Santiago y Córdoba. Y hasta se dio el lujo de vestir la celeste y blanca. Tiene
73 años, está radicado en Córdoba desde hace 54 años y sigue desempeñando su
profesión de médico, especializado en cardiología.
Ramón Jorge: fue jugador de Santiago BBC y del seleccionado
santiagueño en cuatro argentinos. Tras su retiro, se convirtió en empresario
azucarero. Tiene 68 años y está radicado en Buenos Aires desde muchos años.
Benjamín Arce: vistió las camisetas de Juventud, Atlanta y
del seleccionado santiagueños en 17 campeonatos argentinos. Además, se puso la
celeste y blanca en el Sudamericano de Mendoza en 1966, en los Panamericanos de
Winnipeg 1967 y en el Sudamericano de Montevideo 1969. Fue gerente general de
la ex Caja Popular. Falleció el 11 de agosto del 2010, tras sufrir un accidente
mientras jugaba al básquet en la Asociación de Veteranos.
Alfredo Tulli: hizo toda su carrera deportiva en Juventud.
Jugó 14 campeonatos argentinos siendo el capitán, mientras que en la selección
nacional tuvo la chance de participar de cuatro sudamericanos y un mundial (en
San Pablo 1963). Fue jefe de personal de Agua y Energía. Falleció el 24 de
noviembre del 2012, víctima de un cáncer.
Carlos Ríos: se inició en Inti, luego pasó a Firmat y
finalizó su carrera deportiva en Juventud. Jugó 12 campeonatos argentinos y se
puso la celeste y blanca en el Sudamericano de Lima 1963. Integró los cuadros
administrativos de la Policía provincial, y llegó a ser comisario. Falleció el
4 de mayo del 2011, luego de pelearle a la diabetes.
Roberto Villalba: se inició en Patagonia, pero hizo gran
parte de su carrera en Juventud y hasta tuvo un paso por San Lorenzo de
Almagro. Trabajó en Coinor de Frías y se desempeñó como sindicalista. Murió en
el 2006, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Luis Torres: se inició en Sportivo Colón, pero la mayor
parte de su carrera deportiva se desarrolló en Juventud. En la selección fue
uno de los pilares del equipo durante muchos años, además de uno los jugadores
más queridos por la afición santiagueña. Trabajaba en Agua y Energía. Falleció
en el 94, víctima de un cáncer de páncreas.
Fuente: El Liberal
No hay comentarios:
Publicar un comentario