Silencioso cruza el Dulce,
mojando Banda y Santiago,
lo acompañan las vidalas
dolidas, tristes del pago.
Carlos Carabajal nació un 12 de septiembre de 1929, en La
Banda, Santiago del Estero. Conocido como «el padre de la chacarera», fue
integrante de una familia de músicos del folclore argentino; fue el quinto de
los doce hijos de Francisco Rosario Carabajal y María Luisa Paz («madre de la
chacarera»), hermano de Agustin, Cuti, padre de Peteco, Graciela y Demi, y
abuelo de Roxana.
Empezó a tocar la guitarra en peñas cuando tenía dieciséis
años. En compañía de un bailarín se presentaba en pueblos de Santiago del
Estero (Quimilí, Tintina, Campo Gallo, Monte Quemado) y tocaba durante dos o
tres horas. En la década del 50 grabó con Hugo Díaz, Los Kary Huaynas, El
Chañarcito, Santiago Manta, Los Manseros Santiagueños -con Leocadio del Carmen Torres,
Onofre Paz y Carlos Leguizamón-, Los Changos Bandeños. Con Los Manseros
Santiagueños estuvo hasta 1965; desde 1967 integró el grupo Los Carabajal -con
Agustín Carabajal, Cuti Carabajal y Kali Carabajal- hasta 1971. En esos tiempos
inicia su trayectoria como solista con giras por Bolivia, España y Brasil. Tuvo
varios oficios que alternó con su vocación de músico, fue albañil, hombreador
de reses en frigoríficos y de bolsas en el puerto, entre otros trabajos,
principalmente en Buenos Aires en donde estuvo un par de años desde 1956.
Carlos y su hermano Agustín fueron los creadores del Festival Nacional de la
Chacarera que anualmente se realiza en Santiago del Estero, en el que actuó por
última vez el 5 de enero de 2006.
“Me sentaba y tenía
tiempo de sobra para pensar. Así me salían las canciones. Venía recorriendo los
barrios y yo pensaba solo en Santiago del Estero. Toda la nostalgia la traducía
en canciones” solía contar.
Tan famosa como sus conjuntos, fue su unión artística con el
eximio bailarín y amigo Carlos Saavedra, quien decía en algún espectáculo “tenemos orden de no morir”, quizá
predestinando su trascendencia en la memoria del pueblo (posiblemente la única
forma de ser inmortal, sin tener que ser Dios).
El músico Carlos Podazza, gran guitarrista y docente musical
de Tucumán, aconsejaba a sus alumnos “te
puedo enseñar la zamba, la tonada, la cueca, pero si querés aprender bien la
chacarera, sólo te la tiene que enseñar un santiagueño”, cuán acertadas
palabras, y fue precisamente Carlos Carabajal el “señor” de este rasguido.
Cuando comenzaba a rasguear la guitarra se podía diferenciar
inequívocamente si se trataba de una chacarera, un gato o un escondido (que
musicalmente son casi idénticos).
Fueron muchas, muchísimas sus composiciones exitosas: La
Pockoi pacha y Chacarera del patio con letra de Cristóforo Juárez, Entre a mi
pago sin golpear con Pablo Raúl Trullenque, El campo te está esperando y Mi
abuelo tenía un violín con su hijo Peteco, la Sacha Pera con Oscar Valles,
Viejo Río Dulce con Marcelo “Cola e’ gallo” Ferreyra o temas como La del olvido
o Alma challuera que compuso en letra y música.
Luego de muchos años de vagar por los escenarios, el 5 de
enero de 2006 actuó por última vez en el Festival de la Chacarera, encuentro
del cual fue gran impulsor.
Su corazón se dio por vencido un 24 de agosto de 2006, y en
su funeral se podían observar lágrimas al lado de guitarras, bombos, bailes y
rezo, mucho rezo, por esa alma inquieta, musical, criolla que ya andará
cacharpayando con sus amigos en algún rincón del cielo.
Algunas de sus canciones:
Mi abuelo tenía un violín. Autor y compositor.
La del olvido. Autor y compositor.
Borrando fronteras. Autor y compositor.
La Pockoi pacha. Letra de Cristóforo Juárez.
Chacarera del patio. Letra de Pablo Raúl Trullenque.
Entre a mi pago sin golpear. Letra de Pablo Raúl Trullenque.
Que más se puede pedir. Letra de Cristóforo Juárez.
La sacha pera. Coautoría con Oscar Valles.
Sembremos la chacarera. Letra de Juan Carlos Carabajal.
Viejo río Dulce. Letra de Marcelo Ferreyra
Alma challuera. Letra de Cristóforo Juárez.
VIEJO RIO DULCE
Letra Marcelo Ferreyra - Música Carlos Carabajal
Silloneando el cauce lleva
un blanco jardín de espuma,
el viento gira silbando
abrazado con la bruma.
Descalza corre la luna
sobre la piel de la arena,
cencerreando los juncales
encienden la chacarera.
Los ojos de los remansos
mirando los medanales,
abanicando las garzas
despeinan los matorrales.
Silencioso cruza el Dulce,
mojando Banda y Santiago,
lo acompañan las vidalas
dolidas, tristes del pago.
Un pala-pala de sombra
baila la siesta challuera,
enamorando el añil,
antigüas cajas duenderas.
La madre en el río sentada
con sus cabellos arriando,
gallaretas y chumucos
junto al ocaso llegando.
Espejeando el agua corren
viboreando los dorados,
anzueleros flechadores
matan las penas cantando.
Silencioso cruza el Dulce,
mojando Banda y Santiago,
lo acompañan las vidalas
dolidas, tristes del pago.
cc
El campo te está esperando. Coautoría con Peteco Carabajal.
A la sombra de mi mama. Letra de Cristóforo Juárez.
Chacarera perdida.
Desde el puente carretero.
Domingo santiagueño.
El embrujo de mi tierra.
Entra a mi hogar.
A don Ponciano Luna.
Qué suerte ser santiagueñoFuente: FBK/El Patio Santiagueño
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