Se
estrena la “Rapsodia Santiagueña”, primera obra musical de relieve basada en el
folklore de la provincia, obra del prestigioso músico, compositor y
recopilador, Profesor Manuel Gómez Carrillo.
Esta obra musical de brillante
escritura pianística y luego instrumentada con intenso colorido, fue estrenada,
en su versión para piano, el 3 de Septiembre de 1920 en la Sociedad Sarmiento
de la ciudad de San Miguel de Tucumán por la señora Lidia Gaos de Soler, hija
del distinguido compositor argentino y director de orquesta don Andrés Gaos. La
crítica especializada describe de la siguiente manera: “De vestidura moderna e interesante, armonías eficaces y equilibrio en
la forma, es un cuadro magnífico de color con alma popular intensa, cuya
introducción es un movimiento lento de la zamba "7 de Abril", que
se desarrolla ampliamente; luego sigue una vidala, con lejanos recuerdos de
"Pobre mi negra", presentada en su ambiente de poesía llena de
sugestión; en tanto que las danzas que siguen, chacarera y gato, vivaces y
juguetones, dan pié al autor para el uso de los timbres y de los efectos más
brillantes y pintorescos, que sugieren la alegría y el bullicio de un aire
campero, finalizando la obra con un estilo norteño, himno emotivo a la raza y
el paisaje”. Posteriormente fue estrenada en Europa por reconocidos maestros y
directores de orquesta quienes la definieron como una pieza de alto valor
musical. Con esta obra “el autor se coloca entre los grandes maestros de la
joven escuela argentina, pues en su composición se nota un robusto
temperamento"(Reproducido en el diario La Prensa de Buenos Aires el 6 de
abril de 1.924). En la Argentina, "Rapsodia santiagueña" ha figurado
siempre en los repertorios de la orquesta Filarmónica de Tucumán, en la
Sinfónica de Córdoba, en la Asociación Sinfónica de Rosario, etc.
El prestigio de Manuel Gómez
Carrillo se funda en la solidez de su obra cultural y su nombre, según Ricardo
Rojas, está estrechamente vinculado a las primeras y más trascendentales
manifestaciones artísticas e intelectuales como “La Brasa”, agrupación que se
constituyó en un verdadero cenáculo al que arribaron destacados valores
argentinos. Su exquisita sensibilidad le permitió apreciar la riqueza de los
aires musicales nativos, escuchados desde su niñez en la campaña santiagueña, y
años más tarde embrujado por esos ritmos que se corporizaban en coloridas
danzas, inició sus tareas de investigador recorriendo toda la campaña de
Santiago del Estero, y sintió la necesidad de anotar esas melodías populares de
manera que su lectura tradujera lo que se escuchaba, pues los moldes fijos del
sistema musical en uso no reflejaba acabadamente su sentido. La efervescencia
causada por la labor pionera de Andrés Chazarreta fue enriquecida por Manuel
Gómez Carrillo, músico de formación europea clásica, ganado inicialmente por el
lirismo italiano, pero al descubrir un nuevo rumbo estético en el folclore
argentino sentó las bases del movimiento musical nativista. El Dr. Bernardo Canal
Feijóo, ante la despedida del músico designado Director del Profesorado
Nacional de Música en Rosario, expresó: “Gómez Carrillo es uno de los más
auténticos santiagueños que es dado a conocer. En él encarna una de las
facultades fundamentales del alma santiagueña: la de sentir y vivir la música.
Subrayo eso, porque Gómez Carrillo, es ante todo, antes que un compositor, un
sentidor, un vividor de la música. Es por eso que él se ha inclinado a la labor
folclórica, debemos dejarlo ir. Nuestro destino de hombres que estamos en la
tierra santiagueña para recibir al prójimo, quiere que esta vez estemos para
dar”. Fuente fbk/Patrimonio DE Santiago DEL Estero
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