Los frutos de algarrobo de mejor calidad se emplean también para la alimentación humana, aunque su uso sólo persiste en el campo. Los aborígenes, hoy como antaño, sobre todo en Chaco y Formosa, encuentran un recurso precioso en los algarrobos. El fruto o ´´vaina´´ del algarrobo se encuentra entre los alimentos más antiguos utilizados por el hombre, constituyéndose en una excelente fuente de carbohidratos y proteínas. Los frutos crecen en pequeños tallos formando racimos de hasta 12 vainas, que contienen una pulpa dulce y de color amarillo.
De estas posibilidades de utilización, la añapa, la aloja, el patay y la harina tostada son preparaciones tradicionales que practican aún los aborígenes chaqueños y los campesinos del NOA.
Teniendo en cuenta las potencialidades que brinda este maravilloso árbol con estrategias múltiples de aprovechamiento, su consumo en la población favorece la generación de ingresos para grupos sociales que se dedicaban a elaborar estos productos alimenticios.
El primer paso para la obtención de estos alimentos es su cosecha , llamada "La algarrobeada".
La Algarrobeada:
Costumbre en el noroeste argentino que consiste en cosechar en forma colectiva la algarroba, formándose para ello, a veces, verdaderas caravanas de hombres, mujeres y niños que "despiertan" la estación estival.
"Juntamos las algarrobas. Apartamos las más lindas. Las dejamos secar al sol, un día o dos". La época de la cosecha de la algarroba, en todos lados, es un poco una fiesta. Para aborígenes y criollos, también.
"Principalmente las mujeres van a cosechar. A cualquier hora la gente se va a juntar algarrobas, evitando que llueva. Cuando llueve, ahí se termina la cosecha... porque se echa a perder el gusto".
Fuente:Demaio, Pablo.1988.Sharpentier, Maggie. 1998
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