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23/8/24

Tucho Ruffa y la Calle

Tucho Ruffa, voz y bombo de esta banda folclórica santiagueña, nos cuenta sobre la historia de esta propuesta musical que arranco en la década del 90.


La aventura de fusionar géneros musicales significa siempre asumir un riesgo. A veces sucede que lejos de lograrse mixturas que fluyen como una nueva unidad, aparecen injertos que suenan juntos pero que no reverdecen como parte del mismo árbol. No es el caso de "Tucho Ruffa y la Calle" banda que propone conversaciones del folclore con el free jazz, rock, blues, heavy metal, obteniendo así una fina integración de géneros.

El repertorio se compone con obras del cancionero popular, a partir del cual desarrollan un trabajo de recreación de cada chacarera, cada zamba, cada gato, logrando con cada obra interpretada una pieza única.

En el virtuosismo del guitarrista Ángel Aragonés puede disfrutarse arreglos que van directo a dislocar el oído. La voz de Tucho es una lanza que condensa la banda, un torrente disonante que por momentos larga sus saltos y cuando parece que se va ir, regresa airoso al cauce de la melodía.

En ese abismo deambula esta histórica banda actualmente integrada por Tucho Ruffa en voz y bombo, Ángel Aragonés guitarra eléctrica, Marcelo Di Pietro guitarra eléctrica, Marcelo Tiberti en teclados, batería y percusión Diego Gomez y bajo Alejandro Coronel.

 ¿Cómo surge la idea de formar "Tucho Ruffa y la calle"?

 La idea me explota en la cabeza en Tucumán, yo estaba con el grupo vocal Kausay y volvíamos de Monteros Festival de Limón con Elpidio Herrera, por entonces formaba parte de una embajada santiagueña a la que Jacinto me había invitado, como siempre el que abría el juego y participaba al resto era él. Cuando volvíamos de aquel festival sube al auto el pianista tucumano “Topo” Encinar, conversando en aquel viaje de regreso a Santiago,  como un rayo se me vinieron los sonidos y la idea de hacer los temas. Comenzaba a gestarse en mí un nuevo sentir de nuestro cancionero popular dentro de la música, estaba con ganas de dar un paso más delante.

 ¿Por qué crees que aflora esa búsqueda musical?

Ya había participado en grupos vocales con maestros geniales como Chuni Cardozo, el Negro Marrodan y bueno venía dando vueltas en mí un nuevo sonido, pensaba, cuanta música nos habían mandado Europa, Norteamérica a nuestro país y como fuimos adoptando a lo largo del tiempo modos y estilos, entonces yo me preguntaba ¿por qué no enviar al mundo desde nuestro repertorio algo de lo que hacemos nosotros? Heavy metal, rock an roll, todo cuidadosamente pensado, no por decir que éramos modernos poner una guitarra eléctrica haciendo un punteo sencillo.

¿Cómo fue el primer encuentro con Ángel Aragones?

Un día pasó por el frente del trust pastelero y estaba un músico sentado adentro, solo en una mesa,  me presento y le comento del proyecto, era Ángel Aragonés ... el gallego como es medio difícil -risas- me dijo que lo iba a pensar y que todo iba a ser paso a paso. Esa fue la primera charla, luego comencé a buscar los músicos... en la bata y percusión se sumó Tachi Comez, en los teclados Topo Encinar. El primer bajista fue German Abascar (hoy maestro Shaolin) después Ángel convoco a Alejandro Coronel quien llego en bicicleta con el bajo, allí comenzó este viaje y hasta el día de hoy estamos juntos. El otro violero fue Marcelo Di pietro, en otro momento fue Cosaco Paz Venturini.

 ¿Cómo eligieron el repertorio?

El primer tema que trabajamos fue “Grito santiagueño”, lo trajo Topo (Encinar) luego le propuse a Ángel la distorsión inicial, después cada uno fue poniendo un poco de su corazón para ir recreando los temas. A veces era Ángel quien traía y repartía los arreglos, otras surgían del encuentro y el intercambio, así fue que los arreglos después se volvieron maravillosos.

Tuvieron varias presentaciones junto con "El cardenal", ¿Cómo fue la relación de la banda con Jacinto Piedra?

Para que te des una idea el primer artista que se sentó a escuchar nuestro recital en el paraninfo fue Jacinto Piedra, estaba muy emocionado. Un día llego del laburo a ensayar y estaba Ángel haciendo unos acordes y le digo: ritmo de vidala. Ese día hicimos una improvisación maravillosa de “Lo que canto en la mañana” felizmente Jacinto pudo escuchar aquella versión.

 ¿Cómo fueron las giras por Buenos Aires?

Hemos tenido muchos momentos inolvidables uno de ellos fue cuando llegamos a Buenos Aires al teatro “El callejón de los deseos” nos fueron a ver muchos artistas Liliana Herrero, Gil Sola. Raúl Carnota escucho la versión de “Grito Santiagueño”, catalogándola él como la mejor versión que escucho de su zamba, eso está escrito en el diario clarín. En Buenos Aires nos dieron la alegría, la caricia de catalogarnos como la mejor banda underground de capital, dicho por Gil Sola.

Una gran mano nos dio Cuti Carabajal quien  nos invitó al teatro San Martin a participar con Horacio Banegas y otros músicos de trayectoria, aquel show término con el ballet canadiense que estaba haciendo una gira internacional revoleando sacos en la platea. Esa noche había italianos, españoles y brasileros que se emocionaron con lo que hacíamos.

¿Cuáles son las experiencias que te marcaron de aquella época?

Para mí lo más fuerte fue en el cine teatro en olivos donde se hacía un homenaje a Roberto Firpo, su hijo que ya era un hombre grande tocaba como artista principal con su orquesta de tango, allí fuimos contratados por la municipalidad de olivos. En la previa mientras organizábamos todo en la prueba de sonido, vemos un señor “con un cajón de lustrar” y unos microfonitos que los ponía en el tambor de la batería ya por entonces tocaba con nosotros Ramón Antuz cuando hicimos la prueba del sonido fue magistral, imagínate que el sonidista era Kraimer, sonidista de Seru Giran, él fue el primero que salto cuando hicimos los primeros acordes. Al terminar tuvimos una gran ovación, el público era promedio de 60 años, fue una noche fantástica, no he pude dormir todo un día de la emoción.

 ¿Dónde se grabó el disco?

Grabamos en la casa de Juan Antuz en un casette, recuerdo que una vez estuvimos cerca de ser los teloneros de Divididos, cuando escucharon nuestro material dijeron “esa banda tocan mejor que nosotros”-risas- eso me supo decir el papa de Mario Arnedo, era una humorada, la tocada no pudo concretarse por cuestiones de producción. Nuestra banda tuvo distintas etapas se fueron dando por razones de madurez de cada uno de nosotros y lo laboral, participaron muchos músicos como Ramón Antuz, Martín Sosa, Facundo Favaloro, Andres Vinal, El Nene Brandan.

El único disco grabado por esta banda se inicia con una versión única de “Doña ubenza” de Chacho Echenique, esa es la puerta de entrada al vuelo musical de “Tucho Ruffa y la Calle”. Desde el comienzo, el disco abre todas las pistas para lo que está por venir. Acordes invertidos con el toque preciso en la intro, luego irrumpen los solos con toques jazzeros y bluseros, al final la distorsión que explota con alusiones a Steve Vai, Satrianai, Van Halen.

El disco tiene 8 temas a donde la fusión musical sucede naturalmente.

Está disponible también un registro audiovisual grabado en el Teatro 25 de mayo 1997 en youtube.

Ángel Aragonés me dijo alguna vez la música popular siempre es un crisol de estilos, “Tucho Ruffa y La calle” es un crisol, una banda embebida e impactada por otras músicas populares del mundo. Diferentes caminos para llegar a la música.

Fuente: mundar.com.ar

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