Esta leyenda que corre por las poblaciones costeras del Río Dulce, es parecida a la de la teogonía, quichua o diaguita de yacu maman, que creía en una diosa menor, madre del agua, que guardaba en tinajas la lluvia del cielo.
El mito santiagueño de la madre del río o mayu maman, como también se llama en quichua, está representado por una hermosa mujer rubia que aparece sentada sobre la "primera ola" de la creciente, la cual, en los momentos de calma peina sus cabellos con una "ñajcha" de pescado o, a veces, con un gajo de "ulúa".
Afirman algunos haberla visto en su verdadera forma: mitad mujer y mitad pez, saliendo del agua en las noches de luna, para dejar su rastro en una "sola güella" sobre la arena, rastro que han de seguir las aguas del río en sus desbordes siempre cambiantes..
En Manogasta, Dto. Silipica, la madre del río anuncia la llegada de las crecidas y la formación de bañados.
Muy semejante a esta leyenda, aunque difiere en su aspecto general, existe en el bracho y las costas del río Salado la mailin paya o vieja del bañado, una ficción con que antiguamente se asustaba a los niños. Fuente: El Folklore de Santiago del Estero, Orestes Di Lullo
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