A los monumentos y estatuas que adornan nuestros paseos, los
apreciamos en su carácter simbólico. Sin embargo, en el proceso de su
realización, suceden hechos que son dignos de conocer, porque desde que surge
la idea hasta su concreción participa mucha gente que, a pesar de que el tiempo
la olvidó, fue protagonista de la historia cotidiana de nuestra provincia.
El escultor español Rafael Delgado Castro se radicó
definitivamente en Santiago del Estero en 1913. Le gustaba esta comunidad sobre
todo por el santiagueño y sus costumbres. Como era un aventurero nato, recorría
los rincones de la ciudad buscando lo no común. En las inmediaciones del
monumento al General San Martín, erigido en 1911, observó bloques de piedra de
regular tamaño que habían traído para construcciones de cimientos y otras obras
menores. Le llamaron la atención las de color gris amarillento, procedentes de
Siracusa, Italia, y decidió trabajarlas. Con autorización municipal, más la
ayuda de vecinos, logró transportarlas a su taller. (...)
Delgado Castro necesitaba una modelo, quería que de esas
piedras brotara un desnudo.
¿En dónde encontrar a la "privilegiada" en un
marco de sociedad cerrada, llena de prejuicios, como era la comunidad urbana
santiagueña?. Además, estaba casado y tenía una hija que todavía usaba pañales.
La reputación resultaba importante como carta de presentación para conseguir
trabajos.
Un cochero apodado "Biñaco", instalado en las
proximidades del Mercado, le dijo que podía tener lo que buscaba. (...)
La dama, de alrededor de 30 años, se llamaba Juanita,
aparentaba excelente salud, aunque no poseía buen porte.
En la habitación de una casa prestada, con 2 ayudantes
iluminadores de fogonazos de magnesio, concretó una serie de 22 fotos. También
realizó apuntes en dibujos lleno de garabatos antropometricos y bocetos en
plastilina.
Con todo este material, comenzó a esculpir en la soledad de
su taller.
A mediados de 1914, concluyó su tarea y la tituló
"Tedio". Su esposa, que estaba embarazada, fue la primer testigo de
su obra. (...)
Sin dar importancia a los comentarios, tratando de
tranquilizar las aguas, envió esta escultura a concursar en el VI Salón Nacional
(1916). (...)
Su amigo el Dr. Alejandro Gancedo, trajo la noticia que
"Tedio " había obtenido un premio en la Sección Artistas Extranjeros.
A raíz de este lauro, muchas damas quisieron retratarse en
escultura, entre ellas, la señorita Ángela Capovilla y la señora Clementina
Torres de Prieto.
A comienzos de 1920, la familia Berdaguer, encargó a Delgado
Castro, el diseño y construcción del panteón familiar en el Cementerio La
Piedad. Resuelve incorporar en el motivo un ángel femenino acostado y lloroso.
De nuevo recurre al cochero "Biñaco" y se entera
de que Juanita había muerto en una provincia del Litoral a causa de una
enfermedad "rara".
Con las fotos de Juanita, armó la imágen necesaria. (...)
En 1942, el empresario de espectáculos, Guillermo Renzi,
encargo a Don Rafael el proyecto de una
fuente para ser colocada en el centro del óvalo del Parque Aguirre.
Así nació "El Kakuy".
Otra vez Juanita es
la inspiradora de las formas escultóricas. Recordando su pequeño cuerpo, la
modelo en actitud desesperada en el instante de su transformación en pájaro.
Juanita, una ilustre desconocida, sin saberlo trascendió a
los tiempos hecha ninfa, ángel y kakuy.
Fuente: Omar Sapo Estanciero
SANTIAGO INÉDITO. EL LIBERAL 21 de julio de 2003.
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