Ando cantando un silencio
que vino a anidar en mi alma.
Un pájaro de palabras
herido de prepotencias
me gritaba su existencia
y le acerqué mi garganta.
Pa' que no muera conmigo
y ande penando sin cielo
hoy; descarnado, y sin miedos
le entrego toda mi voz
en alas del cantor
que vuele su propio vuelo.
Creo que es pecado que el hombre
se lleve al morir sus gritos
es; como no haber nacido.
Como un desaire al Creador
que la palabra le dió
con la razón y el sentido.
PABLO RAÚL TRULLENQUE - 1992 - 1994
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