(Realizada en Santiago del Estero el día 25 de julio de 2009
(456º aniversario de la Madre de Ciudades).
En una tarde de clima agradable, alrededor de las tres de la
tarde, me dirijo a la casa del bandoneonista Orlando Gerez, en el Barrio
Ejército Argentino, zona sur de Santiago del Estero.
Lo encuentro en la vereda, esperándome. Luego de las
presentaciones, me invita gentilmente a entrar a su casa, donde comienzo la
entrevista.
- ¿Cuándo y dónde
nació usted?
Yo he nacido el 8 de agosto de 1937. Soy del mejor pago del
mundo:Pampa Muyoj, Dpto. Figueroa, de la provincia de Santiago del Estero. De
ahí también es Felipe Corpos, compañero mío y quichuista, uno de los
principales impulsores del “Alero quichua santiagueño”.
- ¿Cuándo comienza a
estudiar bandoneón?
Cuando era chico vivía en el campo, a 150 km de Santiago. Mi
padre era obrajero y en casa, cuando él estaba, se hacían bailes. En esa época
no había grabaciones, era música en vivo. Entonces de ahí me empezó a gustar.
Había un hombre que venía a tocar el bandoneón; él tocaba y yo estaba todo el
día al lado del hombre, escuchando. Y bueno, pues, a los 13 ó 14 años le digo a
mi padre que yo quería estudiar bandoneón. Me mandó a estudiar con un señor no
vidente que tocaba y enseñaba bandoneón. Se llamaba Secondino Tolosa y era de
Suncho Corral.
Bueno, me empezó a enseñar y después, cuando murió mi padre,
vendimos todo lo que teníamos y vinimos para Santiago. Aquí mi tío me llevó a
lo de un señor que tocaba bandoneón, Gabriel Esper, muy buena persona, muy buen
hombre. Todavía vive. Él me enseñó y yo estudié como podía porque tenía que
trabajar. Entonces, creo que no llegué a dos años de estar estudiando con él,
cuando empecé a conocer a los bandoneonistas de aquí: Alberto Pérez, Miguel
Simón, Raúl Maldonado… mucha gente. Yo iba y aprendía algo de ellos. Así que de
esta manera empecé a aprender mucho. Después lo conocí a Dalmasio Esquivel, que
vino de Buenos Aires; él me enseñó a escribir la música y aprendí bastante,
pero yo trabajaba y el trabajo no me dejaba estudiar tanto.
- ¿Cuándo empezó a
tocar profesionalmente?
A los 20 años armé el primer conjunto. Yo trabajaba en la
Caja Nacional de Ahorro y Seguro, trabajé 35 años ahí. Armé el primer conjunto
y bueno, empezamos a tocar en la Radio; era muy difícil entrar en la Radio,
había que dar prueba ahí. Había dos guitarristas estables y uno iba con el
conjunto y daba una prueba. Una vez me dijeron que no y uno de los guitarristas
me dice: “no, che…por tu guitarrista es, cuando vos vengas yo te voy a
acompañar”. Bueno, digo. Y después volvimos a dar la prueba y empezamos a
actuar. La Radio en ese tiempo nos pagaba por mes, no recuerdo el monto, pero
nos pagaba a todos los músicos.
- ¿Cuándo empezó a
componer?
En el año 1957 formé el Conjunto y ese mismo año compuse
algunos temas. Más adelante he tenido la suerte de conocer a grandes poetas:
Fortunato Juárez es el primero que he conocido. Hice algunos temas con él,
hicimos un gato: “Para mi pago”; creo que ya lleva más de 45 grabaciones. La
primera grabación era un doble. También Hugo Díaz lo grabó. Después lo conocí a
Cristóforo Juárez, ¡qué poeta ese hombre, qué poeta, muy pero muy bueno!
Después lo conocí a Raúl Trullenque, que era una barbaridad.
- ¿Cómo se llamaba el
conjunto folklórico?
El nombre del conjunto era “Orlando Gerez”. En 1962 empecé a
grabar el primer disco doble, después seguí con los long play y después con los
CD desde 1970 hasta la actualidad. Ahora ya tengo como 22 grabaciones en total.
Hace poco, por mi cuenta, hice una grabación, pero pagando
yo el sello. Pampa Muyoj se llama. Pagué en SADAIC todo, para que no sea trucha
la edición.
- Hay chamamés también…
Si, yo tuve la mala suerte de perder a mi nenita cuando
tenía siete años. Me costó mucho agarrar el bandoneón después de eso. Unos días
pasé y cuando me sentaba me acordaba de ella. Me ha salido ese tema. Es más
lento que el chamamé.
- Tiene mucho sentimiento.
Es un chamamé más tranquilo, más sentimental.
Sí, no le pude poner el título. Otro amigo le puso “Lucero
de mis días”.
- Los conjuntos con
los que usted estuvo, ¿qué instrumentos tenían?
Bandoneón, guitarra y bombo, nada más. En una grabación que hice
hace mucho, en RCA Víctor, grabé una polca con dos bandoneones. Con un muy buen
bandoneonista que vive en La Banda, Carlos Ponce. Estuvimos con él, grabamos
ahí y le dije al técnico que le agregue un arpa, porque es para arpa el tema
ése. “Y bueno”, dice, “ahora veo”. Y le puso arpa, con un buen arpista.
- Los temas que usted
grabó en long play se podrían pasar a CD.
Sí, algunos los voy pasando. Cuando puedo los paso. Esto me
lo hace un ingeniero de La Banda: Maldonado. Hace muchos años que hace esto.
- Está bueno para
poder difundirlos.
Un día me dije: “voy a ver si toco un solo, antes de que sea
viejo, voy a ver si lo hago”. Preparé cuatro temas y los grabé. Ahí los tengo.
Grabé un CD: “Solos de bandoneón”. Pero no es comercial, es para nosotros los
bandoneonistas amigos; así les doy.
- Eso tiene que
sacarlo a la luz, quedar registrado.
Si, hablamos con Aníbal Toledo, que me dice “mandámelo, que
vamos a hacerlo grabar”.
- El 11 de julio se
instituyó el Día del Bandoneón en homenaje a Aníbal Troilo, quien nació el
11/07/1914. Este año se hizo en “La trastienda” un concierto de solos de
bandoneón. ¿Acá hubo alguna vez algún encuentro de bandoneonistas?
Una vez, hace mucho, yo tenía el Conjunto todavía y el
Doctor, un amigo que tenemos, me dice: “¿por qué no hacen, che, la noche de los
bandoneones de una vez?” Y empecé a armarlo, habló a todos los bandoneonistas e
hicimos dos noches en La casa del folklorista.
- ¿Cuándo fue eso?
No me acuerdo, hace mucho tiempo ya. Fue muy lindo, hubo
muchos bandoneonistas. Hubo uno de Salta, folklorista también. Lo invitamos
porque es bandoneonista y es un amigo. Yo quería que sean todos santiagueños,
pero él estaba aquí y lo invitamos. Se alegró mucho.
- ¿Existen los duelos
o competencias de bandoneones? Me dijeron que se da más en el campo.
Puede ser. Es muy pesado un duelo, es ver quién toca mejor.
- ¿Acá el bandoneón
en el folklore se utiliza abriendo y cerrando el fuelle, utilizando los cuatro
teclados?
El bandoneón, para mí, es el instrumento más difícil. Porque
abriendo, de la mano derecha es una cosa; la misma tecla usted cierra y es
distinta. Del lado izquierdo tiene una 8va. menos; abriendo es una cosa y
cerrando otra. Son cuatro instrumentos que hay ahí. Usted aprieta una tecla al
abrir y al cerrar es otra nota, no tiene nada que ver. Es un rompecabezas.
Es, más o menos, como escribir a máquina. Cuando usted
aprende del todo, ya no necesita ver las teclas. Hay muchos que tocan abriendo
porque es más fácil, cerrando es más difícil, pero yo conozco bandoneonistas
que tocan abriendo y cerrando. Para eso tiene las teclas abriendo y cerrando.
Pero más fácil es tocar abriendo.
- ¿También se usa en
el folklore con toques de percusión como hacía Piazzolla?
No, en el foklore no, pero con el bandoneón se puede tocar
todo. Todo tipo de música. Aquí había muchos folkloristas muy buenos en
Santiago. Los Hnos. Ríos eran tres hermanos; nadie pudo tocar como ellos. Lo
más grande que hubo. Se llamaban Andrés, Luis y Antonio. Yo conocí a Luis y a
Antonio.
También había un señor que era ciego, Fidel Lucero, uno de
los mejores. Tocaba una barbaridad, no podían creer cómo tocaba él. Era ciego
de nacimiento.
- Los bandoneones que
llegaron acá ¿de qué marca eran?
Yo he tenido cinco bandoneones. Los he vendido, porque ahora
tengo dos nomás.
Lo he vendido al doble A hace bastante tiempo, hace más de
diez años. Los dos que tengo son Germania, son iguales. El sonido de los
bandoneones son casi todos iguales, pero el doble A en su estructura, en su
capacidad, en duración, al trabajarlo sigue siendo el mismo. Germania también
es buen bandoneón. Hay varias marcas de bandoneones. Hay muchos que se han
hecho en Brasil, pero esos no sirven. Está el doble A, Tango, Germania,
Cardenal, Arnold, Luis XV, Premier y Soprano.
- Cuando usted enseña
bandoneón ¿qué método aplica?
Doy clases en la Academia de SADAIC. Son dos años; es
enseñarles a leer, ver lo que puedan lograr, eso depende de la capacidad de los
chicos también. Aprender la música como es, aprender a conocer el bandoneón con
las dos manos, la escala abriendo y cerrando con las dos manos. Después
enseñarles solfeo, a ver si pueden aprender a leer.
- O sea, a través de
la lectura. ¿Pero puede también ser por imitación?
Si, si, por oído a algunos sí. Por ejemplo, hay un hombre
grande que no va a aprender música, entonces le enseño algunas cosas, algunos
acordes para que acompañe. Todos los bandoneonistas que había, que conocí, a
Miguel Simón, don Alberto Pérez, Fidel Lucero que era no vidente, Iber Ruiz que
ha muerto -semejante bandoneón que teníamos-, a todos ellos yo iba y algo les
sacaba.
De cada uno tomaba algo que me servía para progresar.
- Hoy es el día de
Santiago. ¿Va a tocar en algún lugar?
No, no. En la televisión grabamos “Añoranzas” con unos
amigos. Por separado grabamos y después ellos lo han compaginado. Anoche lo han
pasado y hoy al mediodía, a las doce, lo van a volver a pasar. Son Mario Ruiz
en guitarra y voz, Manolo Herrera en sachaguitarra, “Kishca” Infante en kishca,
Roberto Fontti en bajo, Santiago Ruiz en bombo, con la dirección musical de
Mario Ruiz.
Al término de la entrevista, agradezco al Sr. Gerez sus
atenciones y la de su esposa, quien gentilmente nos agasajó con café y un
delicioso postre y licor casero.
Finalmente me acompaña hasta la parada del colectivo que me
lleva de vuelta al centro de la ciudad. Me voy muy conmovida por su música, su
historia de vida y su gran generosidad.
Fuente: entremusicas.com/
1 comentario:
Muchas gracias por publicar la entrevista que le realicé al Sr. Orlando Gerez, excelente músico de Santiago del Estero.
Pertenezco a la Carrera de Etnomusicología del Conservatorio Superior de Música "Manuel de Falla" de la ciudad de Bs. As.
Lic. Nélida Teresa Toloza
nttoloza@yahoo.com
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