Se inició
el trabajo de conservación de la infraestructra del solar para concretar un
anhelo de toda la familia.
Tal vez por un inentendible
desinterés de quienes tuvieron en su momento la obligación de rescatar la
antigua casona de los Taboada, terminaron por convertir a este histórico solar
en un baldío recubierto de malezas y escombros, que en muy poco tiempo, dejará
de serlo, una vez que el Gobierno provincial decida reflotar su proyecto de
recuperación.
La casona hoy pertenece a la
Provincia y los descendientes actuales de los Taboada pretenden que en algún
momento recobre vida, lo que otrora fue un verdadero símbolo arquitectónico de
la historia santiagueña, erigido sobre
calle Buenos Aires 136, a sólo una cuadra y media de plaza Libertad.
“Hay una decisión tomada por parte del gobernador Zamora en recuperar
la casa”, adelantó en diálogo con Nuevo Diario, el subsecretario de Cultura
de la Provincia, persona quien en la década del noventa estuvo a cargo de su
refacción y recorrió los distintos rincones del lugar para estudiar un proyecto
a futuro que podría dar a luz en los próximos años.
Si bien el funcionario se mantuvo
en reserva sobre el proyecto a concretarse, aseguró que “su recuperación, ya muestra una serie de indicios sobre cómo se van
realizando las acciones de conservación. Hay que reconocer que es la primera
que el Estado provincial pone su mirada sobre su patrimonio arquitectónico,
recuperándolo y poniéndolo en valor”.
Remembranzas
La casa perteneció a la familia
de don Napoleón Taboada, hijo de Gaspar. La historia cuenta que fue allí donde
se realizaron numerosas reuniones políticas y que fue por mucho tiempo el sitio
obligado de reuniones familiares. Según cuentan los más memoriosos, fue allí
donde se evocaron las victorias de Pozo de Vargas, Los Laureles y El Ceibal.
Pero más que referirnos a
historias vinculadas a la política, bien vale recordar su alto valor
arquitectónico, de esta propiedad de 1500 metros cuadrados cubiertos, con su
entrada principal por calle Buenos Aires, y otra entrada por calle 9 de Julio.
Con solo arrimarse a la entrada
principal de la casa, se puede observar
los vestigios de una galería con viejas vigas de madera desperdigadas en
algunos espacios y sus dos patios internos.
“La fachada se perdió en los años cuarenta y no hay un registro de cómo
pudo haber sido originalmente, pero presumimos que tuvo un estilo neoclásico
con muy poca ornamentación”, relató
el funcionario provincial al precisar que la ausencia de una fotografía
de época es un condicionante a la hora de planificar una construcción simbólica
de la fachada de la casona.
No obstante, recordó que un
elemento clave como testimonio de representación gráfica de la casa, permanece
inmortalizada en un famoso cuadro titulado “El
patio de Los Taboada”, obra de la reconocida pintora francesa Léonie Mathis
de Villar, que en 1942, expuso la obra en el Museo del Prado en España.
En pos de preservar el patrimonio
de la casa, se pudo rescatar una parte del enrejado de la fachada principal, la
cual permanece hoy en el Museo Histórico, y otra parte de las rejas se
encuentra en manos de un familiar directo de los Taboada.
“Lo más destacado que tenía la casa era su famoso patio octogonal, con
columnas toscanas y envigados que formaban una especie de abanico alrededor del
patio, junto con el aljibe de mármol de carrara”, señaló como lo más
apreciable de su arquitectura.
“Otro elemento característico de la casona era el mirador, que era una
construcción muy habitual en las casas de Santiago del Estero del siglo XIX”,
describió.
Sobre los “túneles secretos”
El imaginario colectivo siempre tuvo
presente la idea de la existencia de que “corredores ocultos”, pudieron haber
existido en la casa de los Taboada, y tenían conexión con el teatro 25 de Mayo
y otros puntos neurálgicos de la antigua ciudad.
“Se habló mucho de los túneles a los cuales yo jamás tuve acceso ni vi.
Hice excavaciones hasta cierta profundidad y alcanzamos a dar con algunas
bodegas”, relató el subsecretario de Cultura, aunque el libro “Polvo y
Espanto”, de Abelardo Arias, hace mención de la existencia de los túneles,
según contó el Dr. Carlos Ramos Taboda.
Proyecto
“Primero hay que pensar si corresponde la acción de la restauración,
cuestión que ya no correspondería por el estado actual de la casa, sino más
bien la conservación de lo que era, con su puesta en valor y su resignificación
de lo que es. Habría que darle un nuevo sentido y recuperar los espacios que
tiene el inmueble como un espacio que me imagino que tiene un sentido de un
proyecto cultural”, relató al final el subsecretario de Cultura. Fuente: www.nuevodiarioweb.com.ar/
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