Estas son algunas notas sobre los perros de la Infantería de Marina
argentina, durante la Guerra de las Malvinas en 1982. Eran los perros
"Ñaro", "Negro", la perra "Xuvia" y el último,
"Tom" el cual y no pertenecer a Infantería de Marina, sino que a la
Artillería, creo su historia merece ser recordada.
El perro, en la defensa de Puerto Argentino, Islas
Malvinas. (1).
Para la defensa de Puerto Argentino, en las Malvinas, se
decidió por parte de la Infantería de Marina, el envío de 18 perros, (una
sección),los cuales, fueron usados para evitar la infiltración de militares
británicos en las líneas defensivas argentinas.
Dicha sección, estaba al mando del teniente de fragata de
Infantería de Marina, D. Miguel A. Paz, contando con el apoyo del Guardiamarina
veterinario D. Jorge Robles y al frente de la sección, el Suboficial segundo de
Infantería de Marina D. Ernesto Franco, más los componentes 18 guías caninos.
(soldados conscriptos).
La sección canina, usada para la defensa de Puerto
Argentino, protección de puestos, centrales de comunicaciones y, depósitos.
Después del ataque británico del 1 de abril, fue intensificada la vigilancia
nocturna, para evitar, la infiltración de militares británicos en las líneas
argentinas. Se hicieron servir, para patrullas nocturnas, fuera de Puerto
Argentino aunque en misiones específicas, como la vigilancia del sistema de
rampa y generador de misil “Exocet”, montado como defensa costera (mantenido en
el más alto secreto dentro de la citada población, escondido durante el día y
muy vigilado y de noche, se traladaba hasta el lugar de lanzamiento). Estos
movimientos, fueron custodiados por la sección canina, tanto en horas diurnas
como nocturnas.
Se observó, tras 4 ó 5 días de bombardeos aéreos, con sus
correspondientes alarmas, las mejores alarmas tras ese tiempo, fueron los aullidos
de los perros (sin duda alguna, debida esa reacción al oído muchísimo más
desarrollado que el humano, capaz de percibir el ruido de los aviones, antes
que nadie), que anunciaban el ataque mucho antes de que este se produjera.
Dicha reacción por parte de los perros, fue un sistema de autenticación seguro,
de que la agresión iba a producirse.
Se observó también que los perros, eran capaces de
distinguir a los miembros de la Armada con respecto a otros militares
argentinos allí destacados, incluídos los “Kelpers” y, con los británicos que
fueron capturados, respecto a los cuales, mantenían los canes, un elevado nivel
de agresividad.
Durante las últimas fechas de combates, se decidió enviar
tres binomios, formados por guía y perro, a la primera línea de fuego,
resultando los mismos, formados por:
Perro “Ñaro” y guía Carlos del Greco.
Perro “Negro” y guía Raúl Andicochea.
Perra “Xuavia” y guía Carlos Silva.
Este envío fue justificado, el Guardiamarina veterinario D.
Jorge Robles, con las siguientes palabras (textual):
“…Fueron al frente “Ñaro”, “Xuavia” y “Negro”. ¿Por qué
ellos?. “Negro” y “Ñaro” por su bravura, valentía, eran sin duda los mejores
del batallón, participaban de todas las exhibiciones (desarme de enemigos,
control de detenidos y saltos de altura). “Xuavia”, porque era extremadamente
celosa y guardiana, ella fue a Malvinas porque era la mejor entre las hembras
(era mi preferida), recuerdo que cuando entró en celos elegí un lugar
preferencial y ordené su servicio…”
Dicho envío, no tuvo éxito. El fragor de las explosiones
enloqueció a los perros (motivo el oído tan sensible que tienen los animales),
aturdidos por las explosiones. Durante el asalto final, la noche del 13 al 14
de junio de 1982, los guías, extraviaron a sus animales, desapareciendo “Negro”
y “Ñaro”, de los cuales, ni se localizó el collar. Sección de perros, Infantes
de Marina, incluso los que no se hallaban destinados en esa unidad, los
buscaron sin reultado positivo. Se supone, fallecieron en combate aunque sin
versión confirmada. También se comentó, que un oficial británico, se quedó con
uno de ellos. Las fotografías de “Negro” y “Ñaro”, están en su Unidad e
incluso, en el Museo de la Infantería de Marina, en recuerdo de ellos.
La única que regresó, fue “Xuavia”. El Guardiamarina D.
Jorge Robles, recordó que “Xuavia”, estaba preñada cuando llegó a Puerto
Argentino. La noche del combate (13 al 14 de junio), regresaba del combate,
cuando encontró a un soldado herido que yacía en el suelo, cubierto de nieve.
“Xuavia”, al verlo, se acercó a él y, dándole calor se quedó allí, hasta que el
herido, localizado por los camilleros, pudo ser trasladado a Puerto Argentino.
“Xuavia”, le acompañó hasta el hospital y una vez allí, regresó con los suyos.
Sobre este hecho, el
Guardiamarina veterinario D. Jorge Robles, comentó (textual):
“…El relato sobre el regreso de “Xuavia”, vino al lugar
donde yo estaba; un soldado me gritó: “-Señor volvió Xuavia-“, cuando me di
vuelta la vi y me pareció mentira, todos le demostramos alegría y puedo
asegurarle que ella respondió del mismo modo. Ya en la base naval de Puerto
Belgrano tuvo sus cachorros…”
Fueron 9 cachorros, siete machos y 2 hembras, de los que
murieron 3 inmediatamente después del parto. El padre de los mismos, se llamaba
“Duque”. De los perros que regresaron de la campaña, unos murieron longevos y
otros, en accidentes de servicio. A todos ellos, les sobrevivió el ovejero
alemán “Vogel”.
Otro de los perros que participó en dicha contienda, fue
“Tom”, en artillería. No pertenecía a la Armada, simplemente era el perro de un
regimiento, la historia del cual, creo merece ser recorada. De él, recuerda su
amo (textual): (2).
“…El camión me esperaba afuera, junto a mis soldados y los
equipos. Tomé un gran manojo de camperas y me dirigí a la carrera, pero se me
cruzó un perro de la base que habíamos criado desde cachorro y me hizo caer. Me
levanté maldiciendo, tomé otra vez las camperas y retomé mi camino, pero a los
pocos metros otra vez el perro me hizo caer. De la bronca, lo tomé y le dije
“-Estás jodiendo-“, entonces venís con nosotros a las Malvinas y lo subí al
camión. Al ver el perro el soldado Cepeda me preguntó asombrado “-Cómo se llama
el perro?-“.
Entre risas le contesté: “-Desde hoy se llama “Tom”-“ porque
vamos al teatro de operaciones de las Malvinas. Al poco tiempo se transformó en
el ser más mimado y querido entre todos, pero debíamos ocultarlo de los
superiores, por eso en las inspecciones siempre estaba dentro de algún bolso,
campera o saco de donde solo salía su hocico para respirar…”
“…En Malvinas “Tom” se comportó como un bravo artillero.
Cuando tirábamos con la máxima cadencia de fuego hacia los británicos, él se
paraba delante del cañón como el mejor de los combatientes; siempre ladraba y
jugaba con aquél que estaba bajoneando en los momentos de calma para darle
ánimo; cuando había alerta roja de bombardeo era el primero en salir del
refugio para buscar a los más alejados y el último en entrar a cubrirse; y
muchas veces su instinto canino, presintió los bombardeos aéreos antes que se
gritara la alarma, lo cual manifestaba con ladridos que ya conocíamos.
Compartía con nosotros la comida y los soldados le fabricaron un abrigo con los
gorros de lana y las bufandas.
El 11 de junio, a las 11:15 hs, un avión pirata se lanzó
frenéticamente sobre nuestra posición bombardeando nuestro cañón y haciéndolo
estallar, nosotros corrimos a cubrirnos y “Tom” ,como siempre, sobre una roca
ladraba dando la señal de alerta. El avión efectuó otra pasada, esta vez
ametrallando con furia nuestra tropa que repelía el ataque con fusiles, en esta
oportunidad varios fueron heridos (yo entre ellos), y “Tom” que corría
avisándoles a los más distantes fue alcanzado por las esquirlas. El humo y el
olor a pólvora cubrieron el lugar. Como pudimos, heridos, buscamos a “Tom” y lo
encontramos tendido sobre una piedra inmóvil, con sus grandes ojos mirándonos y
despidiéndose lentamente de sus camaradas.
Allí quedó para siempre nuestro cañón y el mejor testigo de
esta gesta, nuestro querido “Tom”. Allá en la fría turba malvinera, él es otro
bastión argentino, que junto a los héroes que dieron su vida por la Patria,
significan soberanía y un especial estilo de vida. Cuando volví al continente,
en honor a él, todos los perros que tuve se llamaron “Tom” y mientras yo viva
así lo haré. “Tom” en Malvinas fue mi mejor amigo. ¡Y yo jamás olvido a mis
amigos!.
Relato del Cabo 1º VGM. D. Omar Liborio del GA 101, Ejército
Argentino.
Fuente:
(1).Web, “La Perla Austral” en Internet. Guerra de las
Malvinas. “Perros de guerra”, domingo 11 de octubre de 2009.
(2). Blog Ramallo web. “Día del animal, Perros de Guerra”,
autor, Artillero Agusto Padilla, según relato del Cabo 1º VGM, D. Omar Liborio
del GA 101, Ejército Argentino.
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