(PUBLICACIÓN ORIGINAL ADIN SANTIAGO) La complicidad del CONICET y de los intendentes de Sumampa y Ojo de Agua en la mega- minería a cielo abierto, queda evidenciada por la lucha de los lugareños. Días atrás, un grupo de viejos pobladores asentados en el Dpto. Quebrachos de Santiago del Estero, se defendieron del avance minero a huevazos. El intento de frenar al grupo de extranjeros y científicos del CONICET arrojando huevos y frutos de su propia cosecha no dio resultados. Es muy conocida la formación de ejércitos privados en Santiago del Estero, que sirven para abrir paso a la estrategia minera o sojera dependiendo el lugar. Galván intendente de Sumampa con jurisdicción en JASIMAMPA, dice no saber nada sobre el tema. Aparentemente el Gob. Gerardo Zamora, habría dado un guiño para que los intendentes dejen libre el camino.
Como alternativa a la mega-minería, un empresario intenta desarrollar un emprendimiento turístico. “El turismo es plata que queda aquí, mientras que la mega-minería lo único que deja es destrucción, contaminación y prácticamente nada de dinero porque está subvencionada por las leyes Gioja-Menem” – dice el empresario –. “Fundado alrededor del 1850, Villa Quebrachos es un pueblo deshabitado rodeado de monte muy rico en vegetación, fauna silvestre y biodiversidad, pero no tengo la misma suerte que las mineras” -Nos comenta-. El hallazgo de minerales estratégicos para la fabricación de armas, tecnología nuclear y de punta, han puesto en jaque a Santiago del Estero. Existe una gran cantidad de minerales denominados “tierras raras”.
El yacimiento encontrado en JASIMAMPA, incluye otro mineral que sirve para la fabricación de plantas nucleares, bombas atómicas y aleaciones livianas para la producción de armas entre otras cosas, se trata del “NIOBIO”. Si bien este mineral no está comprendido dentro de los denominados lantánidos y los actínidos (Tierras raras), se encuentra en gran cantidad en la zona.
Hasta el momento, el hallazgo comprende una superficie de 15 km cuadrados y 500 metros de profundidad. Para explotarlo deberán arrasar con todo vestigio de vida en la superficie, y de agua de profundidad tan necesaria en estos tiempos de sequía. Uno de los problemas, es que al poseer compuestos de óxidos e hidróxidos, luego de la apertura del yacimiento se genera proliferación de polvillos tóxicos y radioactividad en el ambiente, contaminando varios kilómetros a la redonda, o hasta adonde el viento arrastre las partículas.
Estos minerales sirven para el desarrollo de tecnología de punta como superconductores, láseres, fibras ópticas, medicina nuclear y armas nucleares, tecnología militar en armamento y comunicaciones, aleaciones para la fabricación de naves espaciales, aviones y buques de guerra, computadoras, nano tecnología, robótica etc. El problema es que la gente NO quiere que estas corporaciones exploten estos minerales.
En La Rioja, El Famatina no se toca es el lema. Allí queda evidenciado que la clase política asociada a la corporación de la mega minería, autorizan las explotaciones pero la gente invalida este negociado. La mega-minería no tiene contrato social para actuar en La Rioja y por las movilizaciones de Santiago del Estero tampoco. San Juan minero está muy bien manejado publicitariamente. La gente o no opina o no se mete porque le temen al “aparato minero político”, pero se están dando cuenta del gran daño ambiental producido tanto en suelo Sanjuanino como en la experiencia catamarqueña.
Los banqueros dueños de corporaciones mineras avanzan escondidos en naciones como Canadá, desde donde se expanden al cono sur. Hay que involucrarse y así como El FAMATINA NO SE TOCA, y se están movilizando en Río Negro, Bariloche, Salta, en Jasimampa sucede lo mismo. Los argentinos no les otorgamos contrato social a las mineras excepto raras excepciones como San Juan minero.
Alejandro Romero
Ambientalista
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