La jarilla es una planta muy empleada en la medicina casera, la gente de campo aconsejan los baños de agua de jarilla para combatir el reumatismo.
La hoja , machacada en el mortero y puesta húmeda sobre los sabañones, los disuelve. Es rica en resina de poder curativo. Un emplasto de hojas aplicado en las luxaciones y fracturas, ayuda a la curación; lo mismo para el dolor de cintura.
Para el dolor de caderas mojan un manojo de jarilla en alcohol y lo aplican en la parte dolorida, previamente bien calentado el manojo de jarilla. Para el dolor de muelas envuelven un terrón de sal en hojas de jarilla amasada, y la colocan en la caries.
Para las mordeduras de la
víboras lavan la herida con agua de jarilla. Lavándose los pies y la manos con
agua de jarilla hervida, se evita la transpiración. La raíz es un magnífico
depurativo de la sangre. Para cortar la tos rebelde aconsejan una infusión de
jarilla.
1 litro de aceite de oliva (puede utilizar de girasol
1 botella oscura
Aplicación
Colocar el aceite y las hojas, dentro de la botella.
Tapar la botella y dejarlo expuesto al sol durante un mes
aproximadamente
Si es que desea usarlo prontamente, puede colocar la mezcla en un recipiente de acero y cocerlo durante una hora a baño maría.
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