El debate internacional gira en torno a las opciones que existen para países ricos y países en desarrollo frente a la reducción de gases contaminantes. Hasta ahora Estados Unidos ha ocupado el primer lugar en estas categorías, pero algunos estudios preliminares indican que China habría tomado esta posición.
Estados Unidos, el país más rico del mundo, es también el que más emite gases que contribuyen al efecto invernadero (22% del total).
Cuando se firmó el Protocolo de Kioto en 1997, Washington se comprometió a reducir sus emisiones en un 6%. Pero poco después se retiró y hoy en día sus emisiones de dióxido de carbono han aumentado en un 15%, con respecto a los niveles de 1990.
Pero en marzo de 2001, el presidente George W. Bush anunció que no ratificaría el protocolo argumentando que perjudicaba a la economía de su país y que no se exigía a las naciones en vías de desarrollo que redujeran sus emisiones.
Así que Bush optó por apoyar las reducciones de emisiones voluntarias -en vez de imponer metas- a través del desarrollo de tecnologías ecológicas.
China es el segundo más grande emisor de gases con efecto invernadero, pero por ser un país en desarrollo, todavía no se le ha exigido que reduzca sus emisiones.
Si se toma en cuenta que China tiene un quinto de la población mundial, cualquier aumento en la emisión de gases eclipsaría cualquier esfuerzo que hagan los países industrializados.
Un chino consume entre el 10 y 15% de la energía que consume un ciudadano estadounidense, pero con una economía que crece a toda velocidad, varios analistas esperan que para mediados de este siglo estas cifras se equiparen.
El gobierno de China reconoció que el cambio climático podría devastar su sociedad y ratificó el Protocolo de Kioto en 2002.
Dos años más tarde, Pekín anunció que para el año 2010, utilizarían un 10% de energía proveniente de recursos renovables.
Todos los países miembros dela Unión Europea ratificaron el Protocolo de Kioto en mayo de 2002.
Como uno de los firmantes más entusiastas del Protocolo,la UE aboga por que se implanten medidas rigurosas para el cumplimiento del protocolo.
Por ejemplo, quiere que se limiten los “mecanismos de flexibilidad”, que permitan a los países a cumplir con sus metas si pagan para que otros mejoren sus condiciones.
No obstante, a pesar de su firme postura en Kioto, los países miembros están muy lejos de cumplir sus objetivos.
Se comprometieron a reducir en más de un 8% las emisiones de gas con efecto invernadero para 2008-2012, pero para 2002, sólo habían conseguido reducir un 2,9%.
Rusia ratificó el protocolo en el 2004, después de dos años de debates y negociaciones.
Cuando Rusia firmó el acuerdo en 1997, se comprometió a reducir las emisiones de gases.
Pero debido a que su actividad industrial ha caído drásticamente desde 1990, las emisiones de gas han bajado. A mediados del 2005 se estimaba que las emisiones se habían reducido en un 35 por ciento con relación a 1990.
Es por eso que Moscú se vería beneficiado al vender su cupo de emisiones “no usadas” a los países en desarrollo que necesitan emitir más gases de lo que se está permitido bajo Kioto.
Los países en desarrollo como India no están obligados a reducir sus emisiones.
Aún cuando este país sólo ha publicado sus datos en 1994, se estima que las emisiones aumentaron más de un 50% en los años 90.
Con una economía que está creciendo a un ritmo anual de 9 por ciento, India está hoy en día en la lista de los mayores emisores.
Las autoridades reconocen que la mayoría de la población del pais se verá afectada por los efectos del cambio climático y ratificó el protocolo en agosto de 2002.
Una de las más grandes potencias mundiales, Japón se considera uno de los principales promotores de Kioto.
En 1990 era responsable del 8,5% de las emisiones de gases contaminantes. En un momento, Tokio se rehusó a ratificar el protocolo si Washington no lo hacía también. Pero en 2002 decidió ratificarlo y se comprometió a reducir las emisiones en un 6% de los niveles tomados en 1990.
No obstante, datos dela ONU , dados a conocer a fines de 2006, señalan que Japón ha aumentado en un 6% las emisiones de gas que causan el efecto invernadero con respecto a 1990.
Fuente: BBC Mundo
ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos, el país más rico del mundo, es también el que más emite gases que contribuyen al efecto invernadero (22% del total).
Cuando se firmó el Protocolo de Kioto en 1997, Washington se comprometió a reducir sus emisiones en un 6%. Pero poco después se retiró y hoy en día sus emisiones de dióxido de carbono han aumentado en un 15%, con respecto a los niveles de 1990.
Pero en marzo de 2001, el presidente George W. Bush anunció que no ratificaría el protocolo argumentando que perjudicaba a la economía de su país y que no se exigía a las naciones en vías de desarrollo que redujeran sus emisiones.
Así que Bush optó por apoyar las reducciones de emisiones voluntarias -en vez de imponer metas- a través del desarrollo de tecnologías ecológicas.
CHINA
China es el segundo más grande emisor de gases con efecto invernadero, pero por ser un país en desarrollo, todavía no se le ha exigido que reduzca sus emisiones.
Si se toma en cuenta que China tiene un quinto de la población mundial, cualquier aumento en la emisión de gases eclipsaría cualquier esfuerzo que hagan los países industrializados.
Un chino consume entre el 10 y 15% de la energía que consume un ciudadano estadounidense, pero con una economía que crece a toda velocidad, varios analistas esperan que para mediados de este siglo estas cifras se equiparen.
El gobierno de China reconoció que el cambio climático podría devastar su sociedad y ratificó el Protocolo de Kioto en 2002.
Dos años más tarde, Pekín anunció que para el año 2010, utilizarían un 10% de energía proveniente de recursos renovables.
UNIÓN EUROPEA
Todos los países miembros de
Como uno de los firmantes más entusiastas del Protocolo,
Por ejemplo, quiere que se limiten los “mecanismos de flexibilidad”, que permitan a los países a cumplir con sus metas si pagan para que otros mejoren sus condiciones.
No obstante, a pesar de su firme postura en Kioto, los países miembros están muy lejos de cumplir sus objetivos.
Se comprometieron a reducir en más de un 8% las emisiones de gas con efecto invernadero para 2008-2012, pero para 2002, sólo habían conseguido reducir un 2,9%.
RUSIA
Rusia ratificó el protocolo en el 2004, después de dos años de debates y negociaciones.
Cuando Rusia firmó el acuerdo en 1997, se comprometió a reducir las emisiones de gases.
Pero debido a que su actividad industrial ha caído drásticamente desde 1990, las emisiones de gas han bajado. A mediados del 2005 se estimaba que las emisiones se habían reducido en un 35 por ciento con relación a 1990.
Es por eso que Moscú se vería beneficiado al vender su cupo de emisiones “no usadas” a los países en desarrollo que necesitan emitir más gases de lo que se está permitido bajo Kioto.
INDIA
Los países en desarrollo como India no están obligados a reducir sus emisiones.
Aún cuando este país sólo ha publicado sus datos en 1994, se estima que las emisiones aumentaron más de un 50% en los años 90.
Con una economía que está creciendo a un ritmo anual de 9 por ciento, India está hoy en día en la lista de los mayores emisores.
Las autoridades reconocen que la mayoría de la población del pais se verá afectada por los efectos del cambio climático y ratificó el protocolo en agosto de 2002.
JAPÓN
En 1990 era responsable del 8,5% de las emisiones de gases contaminantes. En un momento, Tokio se rehusó a ratificar el protocolo si Washington no lo hacía también. Pero en 2002 decidió ratificarlo y se comprometió a reducir las emisiones en un 6% de los niveles tomados en 1990.
No obstante, datos de
Fuente: BBC Mundo
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