El apellido también se escribe con be larga, pero documentos judiciales de época dan cuenta de la ve corta. Además, así es como él mismo firmaba. Nació en Santa Fe el 11 de noviembre de 1894. Cuando era chico, su familia se radicó en Colonia Castex, un pueblo de La Pampa. Parte de su juventud la pasó en los burdeles, donde conoció a los primeros anarquistas. Allí se enamoró de una mujer, que también era pretendida por un gendarme llamado Elías Farache. Farache y Vairoletto tuvieron una pelea feroz:
Farache terminó con un balazo en el cuello.
Estuvo preso más de un año: cuando salió, la persecución policial no menguó. Prontamente empezó a robar almacenes de ramos generales y estancias. Su aliado era el pobrerío harto de la injusticia: los indios, los peones, los reseros. Lo escondían y le brindaban datos para futuros asaltos.
Lo llamaban El Robin Hood de las pampas. Soberbio jinete, seductor y buen bailarín, le gustaba la vida errante: de chico había leído el Martín Fierro con fruición. La policía nunca dejó de estar atenta a sus desconcertantes pasos. En sus huidas, amó a varias mujeres,vivió en varios lugares e hizo amigos de fierro.
Después de un raid delictivo legendario, Juan Batista Vairoletto (nacido en Santa Fe) decidió alejarse del crimen: se compró una chacra al sur de
Mendoza y se radicó con su mujer y sus dos hijas.
La policía, igual, siguió buscándolo. Un viejo compinche, a cambio de un poco de dinero, informó a la gendarmería sobre el paradero de su ex jefe. A la semana, Vairoletto se encontró con su casa rodeada por 16 policías. Antes que entregarse, se pegó un tiro en la cara. Era el domingo 14 de setiembre de 1941.
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