Su nombre proviene del quichua Ñan Haracaj: ataja camino, de Ñan: camino y harcaj: atajar. Es el nombre de un pájaro que tiene la costumbre de posarse en las sendas muy traficadas, siempre por delante y al paso de las personas que las transitan.
Cuenta la leyenda que en tiempos inmemoriales, hubo un gaucho matrero, de alma torva, que asaltaba a los viajeros, saqueándolos, después de matarlos. Como no se corrigiera, no obstante los avisos que le llegaban del cielo, Dios lo convirtió en un pájaro, condenándolo s asechar en los caminos, pero sin daño para las personas o animales que lo recorriesen.- El folclore de sgo del estero – Orestes Di Lullo
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