El Clima en Santiago del Estero

23/9/08

El Algarrobo


Prosopis chilensis, es conocido como algarrobo blanco, se desarrolla exitosamente en condiciones naturales o cultivados en ambientes donde las precipitaciones van desde 50 mm hasta 500 mm. Por debajo de los 300 mm se comporta como freatófita obligada.
En ambientes donde las lluvias se concentran en un 70% en la época estival en el área de distribución.
Su rango de dispersión abarca temperaturas desde los 48 °C de máxima absoluta, hasta los 20°C. Algo sensible a las heladas, tolera de -3 a - 7°C. ocasionalmente en la zona de Córdoba.
Se encuentra en distintos tipos de suelos, especialmente en los franco arenosos. Tolera suelos con cierto tenor salino, pero no soporta anegamiento, donde el pH varía entre 7,6 a 8,9, muy ricos en sodio. En las Salinas Grandes, por ejemplo, se comporta como elemento presalino acompañado de quebracho blanco. Ragonese (1951). Suele ser cultivado por los pobladores debido a su rápido crecimiento y a la sombra de su copa. También se encuentra esta especie en áreas serranas sobre suelos con cierta pedregosidad o aluvionales hasta los 1000 msnm, y llega hasta los 2500 msnm en latitudes menores.
Forma parte de los bosques xerofíticos del centro y oeste argentino; aquí se comporta como freatófito donde el agua de lluvia penetra en el suelo y se acumula en las napas subterráneas y forma rodales puros. En Mendoza, donde se encuentra la especie, la napa está entre 5 y 25 m. Su sistema radicular está profusamente desarrollado en profundidad, hasta 20 m, esto le permite absorber agua de las napas freáticas; Celis (1995).
La fenología es variable según la altitud y altitud, aunque también existe una gran variabilidad (10 – 15 días) en el árboles y entre rodales. La caída de las hojas se produce en invierno, cuando ocurren heladas, o en su defecto cuando comienza la nueva brotación.
Presenta una interesante variabilidad, tanto en sus hojas como en sus frutos, a veces carecen de espinas. Hacia el sur de su área de dispersión (San Juan y Mendoza) presenta folíolos más cortos y más finos (entre 2,5–5,6 mm de largo) y en P.chilensis var catamarcana son más largos, de 3,4 a 8,2 mm.
La floración se produce en octubre, extendiéndose hasta noviembre. De la misma forma la fructificación comienza a fines de diciembre y se extiende hasta fines de febrero.
Estudios sobre la producción de flores y frutos en P.chilensis. Pinto Contreras (1987) muestra que estos algarrobos poseen una yema mixta, donde las estructuras reproductivas y vegetativas están dispuestas en un ápice vegetativo terminal; comienzan a desarrollarse en primavera, puede haber en esta época estructuras desarrolladas. El 50% de floración se produce en noviembre y los frutos crecen entre la primera semana de diciembre y la última de enero. Cien días luego de la floración aproximadamente el 50% de los frutos están maduros. Al comienzo de la primavera las inflorescencias y las hojas ya están bien desarrolladas. Y 20 días antes de la floración todas las inflorescencias están completamente desarrolladas. De todos modos se pueden diferenciar ciertas estructuras no desarrolladas todavía, que indicarían que habría un período de diferenciación floral a posteriori. Durante el período de floración, hacia finales de la primavera, ya no hay estructuras florales; durante el verano, 60 días luego de la floración, hacia el final del crecimiento de los frutos, aparecen estructuras de inflorescencias en crecimiento activo. Finalmente, 100 días después de la floración, hacia el final del verano, durante la madurez de los frutos, aparecen yemas de inflorescencias en diferentes estados de desarrollo, como las observadas a principios de la primavera. El principal período de inducción y diferenciación floral para esta especie, se produciría al mismo tiempo que el crecimiento de los frutos, así, cuando hay años con una gran producción de frutos habrá una competencia por asimilados entre los frutos y las yemas, que producirían en este caso un débil desarrollo de estas yemas y una menor producción de frutos para el año siguiente. Este fenómeno puede ser el origen de la alternancia de producción de frutos, que es uno de los principales problemas para el cultivo de este algarrobo con ese objetivo.
En las regiones con inviernos menos fríos presentan 2 a 3 períodos de floración durante el año, pero en inviernos muy fríos el desarrollo de las yemas está concentrado en el verano

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