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27/1/20

La Doma India


Los Aborígenes de las tribus que Vivian en Argentina lograban una relación con sus caballos con un método de doma relativamente sencilla.

Basaban todo su trabajo en avanzar de abajo. Invertían largas horas para lograr que el animal les tomara confianza. Estos trabajos los hacían en corrales de rama, de medianas dimensiones, se quedaba el indio con su caballo seleccionado de la manada, totalmente arisco y con un caballo manso. Ellos habían deducido que eran animales de tropilla (gregarios) y sabían, por observación, la angustia que le causaba a los potros separarlos de la manada.

 Sabían mucho del comportamiento del caballo y lo utilizaban muy bien para domesticarlos. Esa proximidad más la presencia de ese manso, iba creando la confianza (habituación) que se veía incrementada con el agua y la comida que el indio le daba, la que causaba en el caballo un efecto muy positivo, ya que le permitía asociar su presencia con su bienestar, generando, precisamente, lo mas difícil de lograr y lo más positivo en la relación hombre- caballo: la confianza. Logrado este objetivo, comenzaba a manosear, ya que sabían que lo más difícil de vencer son la cosquilla y el temor.

Después de un tiempo de aproximadamente una semana, se lograba una relación duradera: cariño, respeto y lealtad mutua. Luego embozalaba y lo dejaba al potro con ese bozal de lana trenzado y un cabestro de unos tres metros de largo dos o tres días más, siempre manteniéndose próximos. El caballo, al pisar de cabestro, se sujetaba solo y así iba aprendiendo solo, el ejercicio de sujetar.

Cuando lo pisaba con las patas y el cabestro le quedaba fuera de las manos, se flexionaba, aprendía el ejercicio de doblar. De esta manera, sin necesidad de montarlo, el caballo ya iba aprendiendo cosas, que luego le servirían en su educación. Así, de esta manera, ya se habían logrado cosas muy importantes: *su confianza*descosquillado total* comienzo del aprendizaje. Después de estos pocos días, donde el tiempo invertido es determinante a la hora de los resultados, con la garantía de la mutua confianza ganada, con paciencia, tino, respeto. El indio pampa comenzaba a montarlo de panza, lo que quiere decir, NO ENHORQUETADO. Acostumbrando al potro al peso de jinete y si el caballo no tenía ninguna reacción, como casi siempre sucede, decidía montarlo. Y así permanecía largo rato, para que asimile. Luego, inducía al caballo a dar unos pocos pasos, manejando con ambas manos.

Después, trotaba por el corral, posteriormente galopaba e iba sujetando del bozal, enseñándole de arriba a parar y a doblar. Esta forma de domar da como resultado un caballo íntegro física y psíquicamente, altamente confiable.Las cosquillas en el potro crea inseguridad, posibilitando reacciones imprevisibles. Un potro descosquillado es seguro para su manejo, el mejor tiempo invertido es el de la descosquillado. Con este tipo de doma se preserva la integridad mental y física, lo cual le permite aprender no por obligación sino por persuasión. Para cuidar su psiquis, la única manera de lograrlo, es no domar a los golpes, ni a los tirones, ni con gritos, ya que el caballo, que tiene una gran memoria, nunca se olvida de los traumas. Se evita la palenqueada, el maneado o cualquier tipo de maltrato. Lográndose un caballo valiente, seguro, confiable. La palenqueada es imprevisible, es peligrosa, ya que uno sabe cómo va el caballo al palenque pero no como sale. Cuando un caballo de 400 o 500 Kg. se sienta, se daña la nuca o le queda dolorida. Según la violencia de la estirada, se le pueden cortar ligamentos intervertebrales, se puede despaletar, reventarse un ojo, romperse los dientes y hasta descogollarse.

Hoy cuesta muchísimo dinero producir un buen caballo ¿vamos a aceptar semejante riesgo? El palenque está inmerso en nuestra cultura, desde la época del Virreinato, cuando en el campo no había ni alambrado ni corrales. Desde que se introduce la manga el palenque no tiene razón de serDebemos permitir que el caballo aprenda a desplazarse naturalmente con nuestro cuerpo encima. Una vez que le demos ese tiempo y lo ejercitemos, lograremos tres cosas importantes: regularidad en su andar, fortificaremos su dorso y sus posteriores.

Luego comenzaban con la boca del caballo, la cual es importantisima y debe realizarse con sumo cuidado, ciertos paisanos le tiran la boca al caballo en las primeras ensilladas y casi lo estamos obligando a desobedecer, porque no esta lo suficientemente fuerte como para llevar a cabo estas exigencias, y si obedece, no es por enseñanza sino por dolor.Con la doma India, primero se fortifican las piernas (posterior), luego dorso (lomo), se le enseña que lleve al jinete cómodamente y luego se comienza cuidadosamente, con la boca.Autor: Oscar Scarpati Schmid

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