La noticia de la navegabilidad del salado cunde, el gobierno
nacional condecora a Taboada, y se fogonea el entusiasmo ante la posibilidad
para las provincias de encontrar un cauce alternativo al tapón regulado en el
puerto de Buenos Aires por la oligarquía porteña.
En ese horizonte es que aparece Esteban Rams, empresario de
origen europeo, que consigue grandes concesiones a cambio de un trabajo que
nunca terminó: establecer definitivamente una vía fluvial a través de este río.
Estevan Rams y Rubert (Blanes, Cataluña, España, 7 de
diciembre de 1805 – Icaño, Santiago del Estero, Argentina, 12 de abril de 1867)
fue un ingeniero, comerciante y financista español que tuvo una importante
actividad en torno a diversos gobiernos de la Confederación Argentina. Pasó las
dos últimas décadas de su vida intentando la navegación comercial del río
Salado, en el norte de nuestro país.
Su vida:
Se recibió de ingeniero en Barcelona y llegó en 1822 a
Buenos Aires. Asociado a su padre, se dedicó al comercio, como representante de
casas de comercio porteñas en las ciudades de Santa Fe, Paraná, Montevideo,
Corrientes y Asunción del Paraguay.
Durante el primer año del gobierno de Carlos Antonio López
fijó el centro de sus operaciones comerciales y navales en Pilar (Paraguay).
Al año siguiente enviudó y decidió mudarse a Buenos Aires;
en el camino, su buque fue atacado y saqueado por José Garibaldi, que actuaba
como corsario a favor del Gobierno de la Defensa de Montevideo, enemigo del
gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Le fue robado
incluso el ataúd con el cadáver de su esposa. El almirante Guillermo Brown
derrotó poco después a Garibaldi, rescatando parte de sus bienes y los restos
de su esposa.
Se instaló en Paraná, capital de la Provincia de Entre Ríos,
donde colaboró con el gobernador Justo José de Urquiza en la organización,
provisión y financiación de sus campañas al Uruguay. Organizó el servicio
hospitalario de la provincia, sobre todo el de uso militar.
Acompañó al Ejército Grande en la campaña culminada en la
Batalla de Caseros, a continuación de la cual improvisó tres hospitales de
guerra. Volvió a establecerse en Buenos Aires, donde fundó el Asilo de
Beneficencia Española, origen del actual Hospital Español de Buenos Aires.
Durante los años de separación entre la Confederación
Argentina y el Estado de Buenos Aires, fue uno de los pocos empresarios que
tenía buenas relaciones en ambos estados. De modo que participó tanto en la
fundación del Ferrocarril Oeste Argentino, organizado en las cercanías de
Buenos Aires, como en la construcción de los muelles de Rosario, que pasó
rápidamente a ser el segundo puerto en importancia del país.
Apoyó la gestión de Aarón Castellanos en la fundación de
colonias en la Provincia de Santa Fe, empezando por la Colonia Esperanza.
En mayo de 1856 realizó una operación financiera de gran
envergadura, al comprar – pagando en pesos plata – 300.000 pesos fuertes en
bonos del gobierno de la Confederación.
Esteban Rams y Rubert al Ministro de Gobierno de Santa Fe. Comunica que el día de mañana iniciará la Navegación del Rio Salado con el vapor Santa Fe" |
La conquista del salado:
Entusiasmado por los informes del marino norteamericano
Thomas Jefferson Page, que había explorado el cauce inferior del río Salado del
Norte y había pronosticado el éxito en la navegación del mismo, en junio de
1856 firmó con el ministro Santiago Derqui un contrato para la navegación a
vapor de este río. Para la financiación de esta gran empresa vendió todos sus
bienes, reuniendo 12 millones de pesos plata.
En noviembre de 1856 hizo en un pequeño vapor el recorrido
completo del río Salado en 18 días, acompañado por un contingente de tropas de
la provincia de Santiago del Estero, comandadas por el general Antonino
Taboada. Ese éxito suscitó generalizadas esperanzas sobre la perspectiva de
organizar las comunicaciones del litoral argentino con el Noroeste a través del
río Salado. Durante los años siguientes se dedicó a profundizar los pasos más
playos del río. En enero de 1857 realizó la primera navegación aguas arriba,
aunque encontró dificultades de toda índole, con lo que el recorrido le tomó
once meses.
Mantuvo muy buenas relaciones con los indígenas, ya que
arrastraba detrás del vapor una barcaza llena de artículos vistosos – y baratos
– que obsequiaba a sus jefes con generosidad. Dedicó muchos esfuerzos a bautizarlos
y reunirlos en varias colonias agrícolas que fundó con ellos en Santiago del
Estero. Su éxito en este sentido fue muy relativo, excepto por la fundación del
actual pueblo de Icaño.
Viajó por Europa en busca de fondos para extender sus
exploraciones y agrandar la empresa de navegación. Aunque recorrió varios
países, sólo obtuvo una suma significativa en España. En 1859 el gobierno
santiagueño le concedió una extensión de terreno sobre el río, aunque se
trataba de una zonas controlada por los indígenas.
En 1862 hizo una nueva navegación, acompañado por el cónsul
inglés Hutchinson, que estaba interesado en promover el cultivo de algodón. El
gobernador de Santiago y un gran séquito dieron inicio oficialmente a las obras
de canalización en El Bracho.
Pero la realidad lo doblegaría: tratándose de un río que
cruza zonas desérticas, a medida que se formaban poblaciones en sus orillas –
las mismas que hubieran justificado la existencia de un canal navegable – éstas
extraían grandes cantidades de agua del río, restándole caudal y por ende
profundidad. Eso mismo hizo el mismo Rams y Rubert en el pueblo de Icaño,
construyendo canales de riego. Por otro lado, el río Salado era un río con
grandes variaciones estacionales de caudal.
Fracasados todos sus intentos, falleció de cólera en el
pueblo de Icaño que había fundado en abril de 1867. En una de las pandemias de
cólera que asoló España.
Además de la fundación de Icaño, el impulso de Rams y Rubert
extendió la práctica de la agricultura bajo riego en el sudeste de Santiago del
Estero, generando un progresivo desarrollo económico y el aumento de la
población. En la actualidad, el río Salado es poco más que un cauce vacío en
las estaciones secas, y sólo lleva agua la mitad del año.
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