Una guitarra, el catre en el que Atahualpa Yupanqui dormía cuando era niño, cartas, manuscritos y muebles se exhiben desde ayer en una casa dedicada a exponer recuerdos del poeta viajero que cantó cómo la luna buena besaba los cañaverrales en Acheral. La muestra, inaugurada ayer con presencia del hijo del artista, llenó de orgullo a todo el pueblo sureño. Tanto era el amor de don Ata por esta tierra que la inmortalizó en su famosa zamba "Lunita Tucumana": "Con esperanza o con pena en los campos de Acheral yo he visto a la luna buena besando el cañaveral". Por eso, sus habitantes se lo agradecieron ayer con un emotivo acto.
"Hoy se cristaliza un largo sueño que tenían los vecinos. A este homenaje lo pensamos como un agradecimiento al trovador que hizo pasear el nombre de este pueblo por el mundo", expresó Horacio Coronel, uno de los impulsores del proyecto.
La exposición ubicada en un edificio que se remodeló en la calle Belgrano 321, frente a la plaza que también lleva el nombre del compositor.
fte: lagaceta.com.ar
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