El Clima en Santiago del Estero

23/4/09

El algarrobo blanco y el vinal podrían ser utilizados para producir remedios


Estudiosos de la Universidad Nacional de Santiago del Estero Adriana Corzo, investigadora de la Unse(Unse) se encuentran realizando una investigación que tiene como objetivo la validación científica de los usos medicinales de ciertas especies arbóreas, autóctonas de nuestra provincia, para poder utilizarlas en el futuro en la industria farmacéutica. La trascendencia de la indagación radica en el posible descubrimiento de nuevos compuestos químicos que puedan servir como tratamientos antimicrobianos frente a bacterias patógenas humanas que se han vuelto resistentes a los antibióticos convencionales que se usan en la actualidad. El proyecto lo lleva a adelante la ingeniera Adriana Corzo, experta del Instituto de Tecnología de la Madera, que depende de la Facultad de Ciencias Forestales de la Unse, juntamente con el Instituto de Estudios Vegetales Dr. Antonio Sampietro, perteneciente a la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la Universidad Nacional de Tucumán. Los primeros resultados sobre el guayacán y el algarrobo blanco arrojan significativas deducciones que despiertan entusiasmo en los indagadores. “Tienen una actividad importante frente algún tipo de cepas, y una muy potente respeto de otras, es tan importante que todavía se está determinando cuál es la concentración mínima necesaria, por eso hay que seguir profundizando los estudios”. En relación con la pesquisa, la Ing. Corzo sostuvo que “el trabajo que se realiza en el Instituto consiste en la primera etapa del proyecto que es el la verificación de la actividad antibacteriana de extractos acuosos y alcohólicos de estas especies que normalmente se usan en medicina popular en la provincia”. Agregó: “Hasta la elaboración de medicamentos hay un largo camino que debemos transitar y de llegar a esta instancia ya se encargarían los profesionales de la Facultad de Química y Farmacia de Tucumán que también han aportando conocimientos y capacitación para desarrollar este proyecto”. Existe en nuestra provincia un estudio previo realizado por otro profesional santiagueño que descubrió que hay 83 especies en Santiago del Estero que se usan en la medicina popular. “Lo que nunca se ha realizado es la verificación de las propiedades terapéuticas de estas especies arbóreas y el proyecto futuro de la elaboración de productos farmacéuticos con las mismas”, dijo Corzo. La investigadora señaló que como se conoce popularmente todas las especies se usan con fines digestivos y para afecciones respiratorias (tos o resfríos), lavajes de heridas y como cicatrizantes, pero es necesario validar lo que la costumbre popular utiliza. Para la científica, “Santiago tiene una tremenda riqueza que está en sus bosques y en sus recursos naturales, hay productos que quedan desaprovechados en la deforestación, porque normalmente se usa el 30% del árbol en pie, al usar nada más que la madera y quedan en el campo las hojas, los frutos, las semillas”. Proceso Como en todo proceso científico, el tiempo es un factor fundamental en la búsqueda de resultados y por ello que la investigadora santiagueña aclaró que los pasos a seguir son numerosos si se quiere llegar a una correcta validación. En tan sentido, resaltó: “Se podrían usar como fuentes de medicamentos, después de pasar por muchas instancias, por ejemplo la confirmación de si los principios activos que atacan las bacterias no atacan nuestras células, y por otro lado ver si no atacan tampoco nuestro ADN, es decir si nos hace bien y no nos terminan produciendo alergias o procesos cancerígenos”. Corzó destacó que hay una corriente muy importante en toda Latinoamérica que consiste en rescatar ese saber popular y hacer estudios.

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