Por Silvia Valiente*
Resumen
Este artículo presenta los
resultados de la investigación que tuvo por objetivo analizar la manera en que
la narrativa folklórica vehiculiza una representación del territorio,
analizando como estudio de caso la propuesta discográfica del canta-autor
santiagueño Horacio Banegas.
Este trabajo se inscribe dentro
de los estudios culturales críticos en geografía desarrollados en Latinoamérica
en la última década.
Concretamente lo que esta
comunicación aborda es el cancionero folklórico como un tipo de narrativa que
da cuenta de la representación del territorio santiagueño y de la fuerza que
adquiere la dimensión local o el espacio donde transcurre la cotidianeidad
frente a discursos globalizadores.
La técnica análisis de discurso
entendida como el análisis de los componentes referenciales-semánticos permite
captar en la superficie discursiva la historicidad del conflicto y elementos de
fracturas con la modernidad, hecho que es interpretado en la propuesta
analizada como una doble reivindicación. El empleo de esta técnica permite
captar la relación texto-contexto y los elementos que dan sentido y espesura
del territorio al exponer la manera en que las personas usan la tierra, se
organizan en el espacio y dan sentido al lugar.
Palabras clave: Narrativa Folklórica;
Representación del Territorio; Historicidad; Lugar.
Introducción
"Qué fuerza tienen las
palabras que hacen que me sienta atrapada por ellas.
Que fuerza tienen las palabras
que hacen que me sienta atravesada por ellas.
Hay una montaña de historias y
tiempos que me separan de la narrativa que estudio.
Por eso aquí estoy, desentrañarla
es el desafío"
(Registro etnográfico realizado
durante el trabajo de campo, es decir, durante el análisis del cancionero).
Los resultados de la
investigación que aquí se presentan tuvieron por objetivo mostrar el cancionero
folklórico (en adelante CF) como un tipo de narrativa que expone a través de
representaciones los elementos que le dan sentido y espesura al territorio.
El concepto de narrativa,
procedente del campo de la antropología y tomado por los estudios culturales
críticos en geografía cultural hace referencia a
representaciones-construcciones de eventos pasados en donde los narradores
entextualizan elementos provenientes de diferentes discursos o diferentes
épocas, elaborando un nuevo discurso. (Pizarro, 2006).
Para llevar adelante este estudio
se tomó la decisión metodológica de realizar un muestreo intencional que derivó
en el análisis de la propuesta del canta-autor santiagueño Horacio Banegas. Del
mismo se analizó su propuesta discográfica producida en el pasaje de la década
del noventa al dos mil. La misma se compuso de cuatro discos que integraron el
proyecto discográfico denominado por el autor Sintaxis1.
La elección de esta propuesta
obedeció a que su narrativa contribuye a desmitificar una falsa conciencia, una
relación nostálgica con los lugares, y por sobre todo, muestra lo otro de la
globalización al colocar lo indígena en la raíz de lo provinciano sin mostrarlo
como prístino.
La propuesta analizada coloca el
eje de la discusión en el vínculo entre ideología, representaciones sociales y
relaciones de poder. En otras palabras, la discografía analizada cuestiona la
producción hegemónica de significaciones y sus efectos posibles en las
identidades de los sujetos. De allí la inscripción de este trabajo dentro de
los estudios culturales críticos, lo que le implicó al autor referenciado
adscribir a una postura que reconoce la historicidad de los procesos y la agencia
de los sujetos subalternos. Desde su punto de vista y en consonancia con la
literatura poscolonial, no hay representaciones de la historia sin conflicto.
Los estudios de geografía
cultural presentan poco desarrollo en Argentina en relación a la expansión que
éstos han tenido a nivel internacional en la década de 1990. Específicamente la
propuesta planteada se presenta como una línea de investigación que analiza los
procesos de construcción de identidades sociales y territoriales a través de un
dispositivo cultural (como es el CF) en un contexto mediado por las relaciones
globales-locales. La carencia de estudios de esta índole se constata en el
vacío de investigaciones que conformaron el estado de la cuestión de la
investigación desarrollada.
Narrativas y
representaciones, una mirada desde la geografía cultural
En términos generales, los
resultados de la investigación que se presentan se inscriben dentro del
pensamiento humanista, perspectiva que triunfó en la década de 1970 como
convergencia de diversas concepciones que, siguiendo una misma orientación
metodológica -crítica-, invocan autores diferentes.
Una de ellas es el posmodernismo,
y el poscolonialismo considerada hija del posmodernismo. Lo que ambas plantean
es el lenguaje autorefenciado. Esta última perspectiva dentro de los estudios
culturales críticos en geografía cultural aborda como problemática las
representaciones sociales como constructoras de espacialidad. Representaciones
es definida como "modos de percibir el 'orden social' que responden a la
'normatividad' imperante que sustenta y expresa relaciones de poder"
(Grimberg en Merkier, 1998, citado en Oxman, 1998:79).
La antropóloga Oxman vincula
representaciones con prácticas sociales y a su vez con relaciones sociales, en
tanto que las prácticas que fundan las relaciones sociales se expresan como
representaciones. Los estudios culturales toman esta articulación para analizar
como dichas relaciones se inscriben en el espacio y producen espacialidades
diferenciadas.
En este estudio, el abordaje de
las representaciones desde la producción discográfica permite analizar procesos
históricos-políticos a través de los cuales esta provincia pasó a ocupar un
lugar periférico en la economía argentina. En virtud de lo expuesto, la
propuesta de Banegas contribuye a entender la pobreza y la tradición como una
construcción histórico-social. Por lo expuesto, este artículo se inscribe en la
tendencia que siguieron los textos derivados de la obra Orientalismo, de E.
Said.
Desde este dispositivo cultural
se analiza una narrativa o el discurso por el cual se construye una
representación del territorio que revitaliza lo local, la cotidianeidad, las
relaciones cara a cara, los lazos por contigüidad, y reivindica lo aborigen en
el contexto de la trasnacionalización de la política indigenista que en
Latinoamérica data de la década del noventa, coincidente con la conmemoración
de los 500 años del descubrimiento de América.
En este marco teórico y al
interior del humanismo en geografía la noción de lugar, de espacio vivido, de
la experiencia, resultan estructurantes. Desde este punto de vista la noción de
espacio como simple extensión y conjunto de entidades físicas puras de la
geografía racionalista cede ante una noción holista e integradora que reconoce
la dimensión simbólica y material del espacio, entre ellos, los aspectos que le
dan sentido y espesura al territorio como el sentido de pertenencia, la
relevancia de las imágenes de ciertos lugares y la dinámica de los procesos
identitarios. Sin embargo, captar la espesura del territorio implica razonar
también las condiciones estructurales y coyunturales. De este modo, el espacio
es tanto un proceso histórico que posee una dimensión real y física, como una
construcción simbólica que asocia sentidos e ideas (Costa Gómes, 1996: 307).
Así, el espacio vivido acentúa
otro punto de vista, articula escalas de análisis, miradas, y parte de la
premisa de que el espacio no está aislado del contexto en el que se inserta, ni
de la acción de otros agentes sociales. Esta visión integradora es propia del
humanismo. Igualmente rompe el esquema clásico de la ciencia racionalista que
instala la ruptura sujeto-objeto, avanzando hacia la comunicación entre el
investigador y el objeto de investigación.
Pero sin duda, el concepto de
mayor relevancia es la noción de lugar por presentar mayor tradición en el
tratamiento de cuestiones semejantes a las discutidas en esta investigación
como son las relaciones entre las prácticas cotidianas, los significados que
los sujetos le otorgan a los ámbitos geográficos y la construcción de las
identidades sociales.
Lugar es re-centrado por parte de
la antropología, la geografía posmoderna, la economía política, las
comunicaciones y los estudios culturales; y paralelamente, es marginado desde
el discurso de la globalización. El lugar no sólo alude a una escala de
análisis menor donde se desenvuelve la cotidianeidad en correspondencia con las
características medioambientales, los agentes sociales, sus prácticas y
proyectos que definen un perfil distintivo para ese contexto geográfico, sino
que, como expresa Frémon, "los lugares forman una trama elemental del
espacio, constituyendo sobre una superficie reducida y en torno a un pequeño
número de personas, las combinaciones más simples, las más banales … cada lugar
significa una combinación de elementos económicos, ecológicos, sociológicos y
demográficos sobre un espacio reducido…" (Frémon en Gomes, 1996: 324).
Este autor considera al lugar
como el medio de expresión de los hombres que debe ser decodificado como el
lenguaje. Desde esta concepción, el lugar está ligado a un área diferenciada, a
un acontecimiento social o red de sociabilidad. Se resignifican las relaciones
por contigüidad, la intersubjetividad, la afinidad, los sentimientos
compartidos. La red de sociabilidad privilegia la proximidad geográfica sobre
otras modalidades de interacción que no se organizan por contigüidad sino por
lazos relacionales entre nodos, virtuales o materiales.
Siguiendo los postulados de
Entrikin "… las personas como actores siempre se sitúan en lugares
concretos y en períodos concretos, y el contexto de sus acciones contribuye a
crear su sentido de identidad. Este foco de atención se refiere
fundamentalmente, sin embargo, a las experiencias vividas por las personas, y
por lo tanto, la conceptualización del lugar tiene poco que aportar a los
estudios de los geógrafos físicos contemporáneos sobre los procesos"
(Entrikin en Unwin, 1995: 261).
Como se señaló anteriormente,
esta perspectiva teórica se encuadra en la denominada visión posmoderna y dentro
de ella la geografía cultural que admite el estudio del espacio desde múltiples
interpretaciones, diversos enfoques y métodos. "Esta situación no debe
interpretarse como debilidad conceptual sino como la aceptación de diferentes
modos de concebir la realidad" (Campos y Santarelli, 2002: 16).
Este trabajo tomó como
antecedentes investigaciones provenientes de Brasil, quienes reconocieron en la
literatura regionalista una valiosa fuente de información a menudo poco
aprovechada y valorizada por los geógrafos, que brinda horizontes desde los
cuales entender las relaciones del hombre con el espacio en que vive.
Dentro de nuestro país, Lois y
Zusman han realizado valiosos aportes a los estudios culturales críticos en
geografía, y puede citarse el trabajo sobre representaciones y cartografías del
Chaco (2002), cuyo objetivo consistió en analizar las continuidades y rupturas
que existieron entre las propuestas materiales, discursivas y representaciones
del Chaco entre el período de definición de la frontera en el área durante la
época colonial y el de definición del territorio estatal argentino. Para el
estudio citado las autoras tomaron como fuentes relatos, descripciones y
cartografías producidas a partir de las expediciones organizadas al Chaco en
ambos períodos.
Desarrollo metodológico
El análisis de contenido fue la
técnica de análisis empleada para abordar la relación entre narrativa
folklórica y representaciones del territorio. Esta técnica es definida como el
"estudio de los componentes referenciales-semánticos del material por
analizar e interpretar" (Oxman, 1998: 37).
En este estudio la narrativa
folklórica no es considerada un discurso hegemónico fuertemente vinculado a la
literatura regionalista que acentúa las particularidades de un área concibiendo
lo rural como arcaico y naturalizado, sino como un discurso alternativo que se
constituye en una reflexión sobre la existencia humana cuya poesía incluye
crítica social. Este tipo de abordaje permite conceptuar el CF o la narrativa
folklórica de Banegas como un patrimonio cultural vivo en el sentido que lo
sugiere García Canclini (1997), esto es como un dispositivo cultural, como un
canon ligado a la literatura, al folklore, la industria cultural y la educación
nacionalista y provincialista.
El análisis de discurso permite
captar en la superficie discursiva el conflicto y la historicidad de los
agentes aunque los textos que no hablan de ellos2, textos que a su vez son
producto de esa historicidad. De allí la atención no sólo al texto, sino al
marco de referencia acerca de lo que se está comunicando. En otras palabras, al
texto y contexto.
Para develar la problemática
elegí la técnica de análisis de discurso centrado en el nivel semántico. Para
ello realicé un análisis temático instrumentado por medio de análisis
categoriales (Navarro y Díaz, 1994). Estos autores denominan a esta técnica
análisis de contenido y no de discurso, a diferencia de otros autores
consultados (Oxman, 1998).
La aplicación de esta técnica
permitió descubrir el sentido subyacente en el texto a la luz de los marcos
teóricos de referencia. Este análisis de discurso desentrañó un proceso
comunicativo entre sujetos que operan en un determinado contexto. Para ello
entraron en juego distintos puntos de vista, y en un sentido más amplio, diferentes
reflexividades y racionalidades (del canta-autor, del destinatario, de los
sujetos representados). Como hecho comunicativo resulta un hecho intencional
que involucra distintas subjetividades, un agente comunicador, un agente
receptor y un contenido fuertemente vinculado a una intencionalidad. En otras
palabras, cada vez que un repertorio es puesto en escena sintetiza una acción
intencional donde se comunica algo con cierto contenido a alguien, y provoca el
encuentro de dos subjetividades: la del agente comunicador y la de aquellos
agentes a quien va dirigida.
Con la aplicación de esta técnica
se buscó el sentido del texto en relación a otros textos (biografía del autor,
devenir histórico del lugar) y se aspiró a articular discursos procedentes de
distintas épocas. Cabe señalar que del canta-autor seleccionado tomé la
discografía producida en la década del 90 (siglo XX) conformada por 4 discos,
en tanto los mismos formaron parte de un proyecto y en conjunto abordaron una
temática. Los mismos fueron: "Mi origen y mi lugar" (1992-Epsa
Music), "Pertenezco a este mundo" (1992-Epsa Music), "Horacio
Banegas y El Proyecto. SINTAXIS" (1992-Epsa Music) y "La ciudad
desierta" (1998-BMG). En el primer disco, 8 de los 10 temas le pertenecen
en letra y música; en el segundo 9 de los 10; en el tercero 6 de los 10 y en el
cuarto 11 de los 12. En la década actual lanzó dos discos "El color de la
chacarera", y recientemente "Inmediaciones", que junto a otros
dos en elaboración forman parte de otro proyecto. La elección de trabajar sólo
con la discografía producida en la década del noventa encuentra su
justificación en que, como proyecto permitieron captar una idea global y hallar
elementos resignificados por el autor.
Narrativas y
representaciones. La propuesta de Horacio Banegas
"De tu palo soy/ hijo de tu
cuero/
soy el olvidao en la alcancía del
tiempo
el que se quedó/ de pié
poniéndote el pecho
Flor obrera soy/ silvestre de
espuma/
cuando el tren se va miro en las
vías la luna/
pensando tal vez mi pago
encuentre fortuna.
... se hinchó cuando
repartieron/de mi nunca se acuerdan
dicen que nunca me vieron/
que no soy de aquí, que ya no
tengo remedio.
Soy el olvidao, el mismo que un
día/se puso de pie tragando tierra y saliva/
camino hacia el sol para curar
las heridas.
Una herida soy/ buscando el
salario/
maestro de pie cuidando pichones
blancos
que madurarán iluminando tu pago.
Soy el que quedó/ en medio e' los
ranchos/
guacho del fiao/ a mate guiso
inventado/
hambre y rebelión fueron
creciendo a mi lado.
No quiero de más/, quiero lo que
es mío/
al paso trampiao voy a torcerle
el destino
levantate cagón que aquí canta un
argentino.
La chacarera arriba expuesta
perteneciente al "Duende" Garnica -músico santiagueño- es tomada en
esta investigación como emblema dentro del movimiento folklórico ya que su
nombre "El Olvidao" hace principalmente referencia a él como cantor
popular que, por no ser portador de un apellido quedó "olvidao"
dentro del movimiento folklórico santiagueño, lo que expone no sólo una
división dentro del mismo sino al interior de la narrativa folklórica.
"Ojalá se te dé duende,
ojalá"
(Expresión de Mercedes Sosa entre
estrofa y estrofa mientras cantaba el tema en la novena noche de Cosquín, el 28
de enero de 2007).
Frente a una narrativa folklórica
emparentada con la literatura regionalista3 que visualiza lo rural como opuesto
a lo moderno y urbano, como una realidad que acentúa lo arcaico, lo tradicional
de Latinoamérica y enfatiza particularidades y prácticas sobre la base de
elementos del pasado que otorgan singularidad cultural a determinados
territorios y sociedades del interior en oposición a los grandes centros
urbanos; frente a esto, aparecen otros discursos que no confrontan las
experiencias regionales con procesos de modernización transmitidos desde las
ciudades.
En este sentido la propuesta de
Banegas aparece un discurso alternativo a la propuesta más difundida, a aquella
consumida en grandes festivales. Él como otros canta-autores e intérpretes
tienen mayor presencia en festivales locales. Sus narrativas exponen que el CF
santiagueño no es homogéneo ni funcional a una sola representación del
territorio. Se trata, en cambio, de una representación más centrada en la
perspectiva de los agentes locales.
Siguiendo el marco teórico
presentado este tipo de narrativa se constituye en una crítica social y deja de
lado el costumbrismo, lo tradicional y folklórico visto por los productores de
la narrativa hegemónica como atributos conferidos al territorio desde los cuales
se construye una identidad que esencializa y naturaliza a los agentes locales.
Toma distancia de aquel tipo de narrativa que expone los agentes sociales como
congelados en el tiempo y el espacio, o en un sentido más amplio, como viviendo
fuera de la modernidad.
En este sentido, el canta-autor
analizado opta por difundir una narrativa folklórica como discurso alternativo,
que a diferencia, propone ahondar en las carencias, en la angustia de su pueblo
y comunicar otras características como patrón de identificación, donde la
fuerza del lugar aparece como lo más destacado.
En su propuesta el concepto de
lugar es re-centrado y no marginado como lo es desde el discurso de la
globalización. La referencia al lugar está presente en las obras al hacer
mención a problemáticas sociales como lucha por la posesión de la tierra,
temática desarrollada en el cancionero por otros canta-autores como Raly
Barrionuevo o Mario Álvarez Quiroga.
En estas propuestas lo local no
aparece como opuesto a lo global. En el cancionero de Banegas el lugar y el
conocimiento basado en el local son esenciales para abordar lo otro de la
globalización. Ese inter-juego entre estas escalas de análisis permite
representar una identidad local en el cancionero de manera no esencializada.
La doble reivindicación
de su propuesta: social y lingüística
El análisis del cancionero
permitió establecer como temática central la doble reivindicación que propone
el autor: social y lingüística. Así, el análisis de contenido o de discurso del
cancionero de Horacio Banegas arrojó como temáticas centrales la angustia, la
soledad, la pobreza y reivindica la lengua quichua y lo aborigen. Como discurso
alternativo su propuesta apuntó a la búsqueda de las raíces de un pueblo
olvidado y transculturado.
"Santiago es dolor de
siglos"
(Chacarera del Sol-Horacio
Banegas)
El siguiente cuadro sintetiza los
elementos resignificados por el autor, es decir los que alcanzaron mayor
frecuencia en la totalidad de la discografía analizada (ver al final Anexo),
pero sólo se exponen obras que guardan relación a la temática que unifica los
cuatro discos producidos en el pasaje de la década del 90 al 2000.
Se presentan a través de
extractos de cada obra los elementos de cobran frecuencia a modo de exponer su
vinculación con la doble reivindicación que el autor propone:
Obras del cancionero
Elementos señalados y
resignificados
Las citas exponen una fuerte
referencia al lugar como espacio vivido, como central en la constitución de la
identidad de los sujetos. Fruto de este análisis se anticipa que su poesía
incluye crítica social desde una perspectiva que no responde a intereses políticos
concretos sino una perspectiva ideológica amparada en valores universales como
la justicia social. Su narrativa se convierte en una crítica al discurso
hegemónico que desde la construcción del Estado-Nación en adelante expone a
Santiago del Estero como un territorio que está condenado, similar a la
narrativa de Josué de Castro (1965) sobre el nordeste brasileño donde la muerte
aparece como la única alternativa posible ante una vida llena de esperanza,
ilusión y tristeza.
Su narrativa da cuenta de la
historicidad del lugar y de la resignificación de la ancestralidad, elementos
desde los cuales puede convertirse en un espacio esperanzador. Santiago del
Estero (1553), "madre de ciudades", primer asentamiento establecido
por los españoles, se ubicó en el corredor desde Tucumán hacia el Atlántico,
dando origen a todos los pueblos del noroeste. Hace cuatro centurias fue
cabecera de un territorio más grande que Inglaterra y Francia. Desde allí
partieron expediciones fundadoras de quince poblaciones entre 1558 y 1685.
El noroeste, además de zona de
abastecimiento, era muy valorada por su población aborigen prehispánica
vinculada a los incas. Los aborígenes existían en la zona en número importante
antes de la conquista. Sus pueblos originarios engrosaron la mano de obra
requerida por la economía limeña4. "Santiago del Estero (fue) fundada
pocos años después del descubrimiento de la mina del Potosí, su origen está
relacionado con la necesidad de extraer indígenas de la región para abastecer
la mano de obra al Alto Perú" (Rofman y Romero, 1998: 106).
Santiago del Estero durante la
época colonial contó con una numerosa población rural, rasgo que la distinguía
de otras jurisdicciones del interior como Córdoba o Mendoza (Rivas, 2002: 169).
Proveía excelentes tinturas, y junto con Catamarca, tejidos de lana y algodón.
Los poblamientos fluviales del litoral apenas comercializaban con las lejanas
áreas mineras y subsistían por su agricultura intensiva, e integraban en 1617
las gobernaciones del Paraguay y Río de la Plata. Hacia el 1700, el comercio
fluía abundantemente entre el Alto Perú y Buenos Aires. Durante este período,
la población era sedentaria y dispersa, y desarrollaba una ganadería simple y
una agricultura extensiva. La región más dinámica del actual territorio
nacional era el noroeste, integrante del virreinato del Alto Perú. Después de
1776, fecha en que se crea el virreinato del Río de la Plata, la región
pastoril rioplatense se configura en el nuevo eje productivo y comercial con
centro en Buenos Aires y desde allí comienza a configurarse otra representación
del territorio santiagueño.
Su narrativa arroja
representaciones que reaccionan ante la pobreza del campesinado, la emigración
del hombre, la dura vida de la mujer y de los niños; en otras palabras,
denuncia la miseria y el lugar que la historia reservó para Santiago del
Estero, y en esa adversidad reivindica los agentes locales.
"Juro pertenecer a la legión
humana que transita calles buscando vías,
buscando en su existencia razón y
vida.
Reconstruyendo la fe caída, la
paz, los techos, rostros y días,
mirando el cielo con su alma
herida".
(El Universo-Horacio Banegas).
De este modo, el discurso poético
se convierte en una indagación angustiosa, desesperada del sentido de la
existencia humana y ello lo convierte en un discurso alternativo con fuerte
compromiso social.
Su reivindicación lingüística
está vinculada al quichua, lengua no europea con alto grado de especificidad
que marca una identidad histórica diferenciada, en tanto que Santiago del
Estero recibió influencias quichuas y chaqueñas. Aparece el componente aborigen
como portador de identidad, de características supuestamente propias, desde el
cual se reafirma Santiago como isla lingüística.
El quichua vinculado a lo
aborigen fue el blanco de la crítica en la visión de los viajeros europeos, de
la burguesía terrateniente porteña y de las familias aristocráticas del
interior quienes menospreciaron el componente indígena bajo la denominación de
bárbaro o salvaje. Esta visión procedente de la racionalidad occidental, del
pensamiento positivista evolucionista que consideró incivilizados a estos
contingentes de población de características diferentes, tanto en su lenguaje
como en su aspecto corporal, marcan la dicotomía evolucionista habitantes
locales-indígenas-bárbaros vs. habitantes urbanos-europeos-civilizados
(Pizarro, 2006). Aquello que remite a lo aborigen es recuperado en la propuesta
de Banegas.
Banegas reivindica y recupera a
la memoria colectiva que sus pueblos originarios no habían sido doblegados por
las instituciones de dominación española por lo que lograron reproducir - con
mayor o menor éxito a pesar de los contactos con los españoles - sus patrones
de vida tradicionales, en oposición a los grupos que, al ser incorporados al
sistema colonial en calidad de "indios", constituyeron la base de la
matriz hispano-indígena de la época, por lo que sufrieron más tempranamente
procesos diversos de desestructuración socio-económica, política y cultural,
siguiendo el pensamiento de Pizarro (2006).
En el cancionero analizado, lo
quichua y lo aborigen no aparece como parte del pasado, del recuerdo, de
tradiciones, sino como algo vivo en el presente. De este modo no se niega lo
aborigen ni se lo trata como algo muerto o embalsamado. Se lo señala más bien
en una vinculación sustancial con los indios, elemento étnico que le permitió a
Santiago del Estero incorporarse a la economía limeña como proveedora de mano
de obra durante la época colonial. Desde allí se lo reinvindica y aparece
representada en los distintos agentes locales (mujer, niños).
"Desde un lugar del ocaso se
me aparece tu estampa,
mujer de vientre de barro con el
perfil de tinaja,
barro cocido por soles que dan
color a mi raza".
(Donde se junten los
tiempos-Horacio Banegas).
De este modo la propuesta de
Banegas levanta la voz de los subalternos (los más débiles, los silenciados en
la formación del ideario de nación acaecido durante la organización del estado
nacional que privilegió como patrones de identificación lo europeo, lo moderno,
lo occidental). En este contexto la propuesta de Banegas emerge como un
discurso alternativo en la construcción de identidades sociales elaboradas por
grupos hegemónicos, que desde la construcción del estado nacional sedimentan
una imagen del interior avalada por las oligarquías provincianas.
El cancionero muestra cómo a lo
largo de la historia, la historia e intereses de otros los condenó a ocupar ese
lugar de atraso, olvido y postergación, lo que provoca la experiencia de
marginalidad sentida por ellos. Si bien el cancionero acentúa la especificidad
del lugar no olvida que están insertos en contextos más amplios, que nunca sus
historias están aisladas de otras más amplias.
El cancionero santiagueño
propuesto por Banegas desmitifica el componente indígena fundamentalmente
vinculado al campo y lo trae a la ciudad. Esta visión marca una diferencia con
aquella que concibe el cancionero como un discurso hegemónico que ubica lo
indígena en contraposición a la marcación de lo europeo en la construcción de
la identidad nacional que se emplaza preferentemente en los ámbitos urbanos.
En otras palabras, lo que se está
marcando es lo provinciano, lo tradicional a través de ritmos folklóricos
propios tales como la chacarera y la zamba que son auto-marcados por los
propios santiagueños como diacrítico representativo de la identidad provincial
y de la regional del noroeste argentino, sin por ello dejar de experimentar la
globalización. Desde este diacrítico acentúa las características locales y
provincianas.
La narrativa de Banegas
reinvindica el período colonial, y en él la existencia de población indígena
portadora de mano de obra como la causa de la incorporación del territorio
santiagueño a la economía limeña. Reivindica el componente aborigen como
compatible con el proyecto limeño, pero luego de obtenida la independencia y
organizado el estado nacional, los pueblos originarios resultaron
inconvenientes para el nuevo proyecto.
A partir de entonces, estos
territorios fueron fuente de recursos naturales para abastecer al mercado
interno mediante la explotación del bosque para la fabricación de durmientes
utilizados para el tendido de vías férreas, medio de transporte que sirvió para
extraer los recursos de las zonas productoras hacia los principales mercados
consumidores.
A lo largo de la historia, las
crisis coyunturales se volvieron estructurales y los gobiernos locales no
pudieron correr a estos territorios del lugar de proveedoras de materias
primas, cuyo excedente no quedaría en la región. De este modo, la experiencia
de marginalidad de la población rural se remonta a siglos, como la sed de
siglos de Shalu5 que crece, y el cancionero se encarga de exponerlas a modo de
denuncia social y no de modo pintoresco como parte de la tradición.
"En la siesta el viento
norte
vuelto de avispas parece
y en la garganta de Shalu
hay una sed de siglos que
crece".
(La zamba de Shalu- Horacio
Banegas/Juan Carlos Carabajal)
Banegas reacciona contra la
narrativa que presenta lo pintoresco y precario como tradición desde la cual se
estigmatiza a sus agentes sociales y territorio. Esos tipos creados tienen una
connotación negativa porque desde cualidades o atributos en su cuerpo físico o
social se los coloca en inferioridad en la lógica del capitalismo y del ideario
de nación gestada a fines del siglo XIX.
Banegas intenta desmarcar a sus
agentes sociales y territorio de esos atributos negativos, lo que sólo se hace
inteligible en su historia, historia que estuvo signada por la posición
subordinada de este territorio en la organización nacional debido a las escasas
fuentes laborales, la deficiente explotación de los recursos naturales, la
deficiente tecnología, y la ausencia deliberada del Estado. Hay que señalar
aquí que el cambio de gobierno en Santiago del Estero manifiesta la
intencionalidad de reposicionar a esta provincia; para ello implementó el
régimen de promoción industrial.
De acuerdo a lo expuesto hasta
aquí, la narrativa de Banegas reacciona contra el cancionero que esencializa el
territorio y sus agentes sociales, que los saca de su contexto histórico-social
a los fines de mostrar lo típico. A diferencia, su propuesta da cuenta cómo las
especificidades locales se sedimentan con nuevos elementos procedentes de la
modernidad reflexiva en la que estamos inmersos. Por lo tanto, el cancionero
analizado no excluye a los agentes sociales de estos territorios de la
modernidad, no los ubica como viviendo en otro espacio y tiempo. En otras palabras,
muestra cuestiones vinculadas al lugar que vendrían a significar lo otro de la
globalización.
De este modo, el canta-autor sale
al cruce generando un discurso alternativo frente a aquella literatura
regionalista que expone cierta incapacidad de considerar el CF como patrimonio
cultural vivo. Esto lo lleva a articular una visión de su provincia con
contextos más amplios.
Por ello en esta comunicación se
sostiene que la propuesta de Banegas no sólo entiende el CF como un patrimonio
cultural vivo, sino que sin sacar lo local de un contexto mayor lo inserta en
dicho contexto de modo constestatario. Lo local no es representado como una
idealización del pasado. El presente, entonces, no aparece como algo diferente
del pasado que introduce elementos extraños que le quitan pureza al territorio
y a sus agentes sociales. Su propuesta pone sobre relieve procesos sociales que
visibilizan la opresión e injusticia que históricamente han llevado a la
construcción de dicha identidad local.
Da cuenta de la convivencia
global-local. Si bien el cancionero como re-presentación tiene un mensaje
específico dado que pertenece a un determinado género y por lo tanto el mensaje
que se espera que transmita es regionalista y tradicionalista, no quiere decir
que no advierta la tensión modernidad-tradición que caracteriza el actual
contexto histórico. La propuesta de Banegas en este sentido fue seleccionada
por dar cuenta de lo expresado.
A modo de cierre, prima en su
discurso el entorno espacial-ambiental y la resignificación de elementos no
saturados en la globalización e invisibilizados por ella, como lo aborigen sin
que esas marcaciones remitan a una identidad local antes que global. En él, lo
local logra romper con una imagen idealista o romántica acerca del lugar. En él
lo local no es concebido como un ente intocado o fuera de la historia, sino
como construcciones sociales históricas que están conectados al mundo a través
de relaciones de poder y de muchas otras maneras, y que están sujetos a
determinaciones extra-locales.
El presente no marca
discontinuidad con el pasado, no existe nostalgia por el pasado porque el
presente desconcierta. El cancionero reinventa un sentido de lugar en relación
a dimensiones de espacio y tiempo ancladas en la modernidad reflexiva en la que
estamos insertos. Su cancionero no saca lo exótico y lo local de su contexto,
lo re-empaqueta y lo vende, no transforma lo típico en mercancía para su
consumo en grandes ciudades (pastiche o collage del que hablara Jameson)
presentando identidades, discursos y racionalidades congeladas en el tiempo.
Finalmente la propuesta del
canta-autor analizado da cuenta de las representaciones de los sujetos
subalternos. Entiende el territorio y los sujetos no como esencias inmóviles o
congeladas en el pasado que parecen ser sólo accesibles al observador, con las
que el narrador no interactúa.
Al ser parte de las historias que
narra no desdibuja la agencia de los sujetos ni su historicidad.
La discografía analizada a la luz
de la literatura poscolonial permite comprender cómo la poeticidad de las
letras crea un referente que se aleja de un contexto (la globalización) sin por
ello crear un efecto de un local desconectado. Desde allí es posible explorar
la emergencia de un espacio vivido, de la fuerza del lugar que desafía el
esquema local-global.
Reflexiones finales
El CF como género musical fue
analizado en esta investigación como producto cultural, pero lo atractivo en la
propuesta de Banegas es que si bien se trata de un tipo de narrativa asociada a
los tiempos de la globalización por lo que forma parte de una industria
cultural, su búsqueda por reivindicar y traer a la memoria colectiva aspectos o
cualidades que en otro momento de la historia colocaron a Santiago del Estero
en una posición importante -en la estructura colonial-, es quizás lo atractivo
de su narrativa y que hace que uno se sienta atraída y atravesada por ella.
Esa doble reivindicación que
propone puede ser identificada como una reivindicación regional que antes que
una reacción frente a la introducción de elementos caracterizados como ajenos a
las culturas locales (las empresas agrícolas que agudizan el desmonte
expandiendo la frontera agropecuaria).
Frente a discursos ligados a la
globalización que subestiman las relaciones entre presentes, Banegas recupera
en su narrativa las particularidades e historicidad del lugar, en tanto que sus
representaciones giran en torno a la adversidad y la angustiosa existencia del
hombre que transcurre su cotidianeidad en medio del hambre, la incertidumbre,
la esperanza, los sueños, los deseos, las ilusiones; en otras palabras, expone
como los sujetos viven y organizan su vida en espacio y tiempo. Pero en él, el
espacio vivido, lo local viene a ser una respuesta contestataria a relaciones
sociales y de poder hegemónicas. En este sentido, su narrativa es mucho más que
una descripción de la vida regional.
Esta representación del
territorio santiagueño y de los agentes locales propuesta por la narrativa de
Banegas pone en tensión la estrategia de blanqueamiento y consecuente
constitución de una identidad nacional promovida por el centro articulador de
la identidad, Buenos Aires, que generó discursos y representaciones sobre este
territorio santiagueño y el noroeste en general dominados por la idea de
marginalidad e inferioridad, ideas asociadas a tradición.
Mientras que el discurso
hegemónico construye una identidad provinciana, romántica y tradicional que
esencializa el territorio en contraposición a una identidad nacional y moderna
cuyo contacto con lo local produciría una pérdida cultural, la propuesta
Banegas no intenta revalorizar lo local como prístino, sino exponer procesos de
opresión e injusticia que históricamente han construido esa identidad
provinciana.
Si bien en la narrativa de
Horacio Banegas está presente el tema de la marginalidad y pobreza, no es
abordado como pintoresco homologado a tradición, sino como fundamento de su
crítica social fuertemente apoyada en las representaciones de los habitantes
locales y en su historia personal, lo que permite analizar su propuesta desde
los estudios culturales críticos en geografía cultural. Banegas habla desde su
trayectoria personal y su narrativa está impregnada de sus vivencias. Por eso, aunque
sus condiciones de vida no sean las mismas que las de los sujetos que
representa, al estructurar su identidad en esas condiciones, el también es
parte del hecho social que relata. Desde allí resignifica la noción de lugar,
de espacio vivido, de las experiencias.
Propongo como interrogantes para
ser respondidos en futuras investigaciones el tema del límite entre pobreza y
tradición. Ante este panorama, las nuevas generaciones enfrentan un dilema, al
que quizás muchos no tienen capacidad de responder. Si continuar la labor de
sus mayores implica seguir subsumidos en la miseria y el abandono, ¿vale la
pena preservar las tradiciones? ¿Cuál es el límite entre pobreza y tradición?
La alternativa sería adscribirse a la modernidad continuando técnicas y oficios
tradicionales con el apoyo de programas de fomento, abandonando una actitud
paternalista y conservadora, pero ¿qué posibilidades reales existen de
adscribir a este proyecto?
Mientras los modelos
economicistas apuntan a entender el desarrollo como la optimización de
ingresos, las culturas tradicionales son consideradas y seguirán siendo vistas
de este modo desde la racionalidad occidental como sintomáticamente pobres
porque prevalecen otros criterios sobre la propiedad y la riqueza, en tanto que
responden a estrategias diferentes basadas en el saber tradicional y
preservación de la identidad. Esta es una de las características de la
modernidad selectiva, donde diferentes mundos coexisten sin anularse. Este será
el desafío de una nueva investigación.
Fuente: www.scielo.org.ar/
Notas
1 No confundir el nombre de su
tercer disco con la propuesta que engloba estos 4 discos. Sintaxis representa
una crítica al sincretismo, a la racionalidad occidental.
2 No se hace referencia en el
texto a lo aborigen y se refiere a ella mediante simbolizaciones,
ritualizaciones y prácticas cotidianas.
3 La literatura regionalista
primó en las grandes ciudades de Latinoamérica hasta la 1930 y fue desplazada
por el movimiento vanguardista. Este género postulaba que las ciudades
obedecían a modelos externos aparentemente universales que desintegraban la
cultura rural buscando homogeneidad cultural (Rama, 1997).
4 Lima, capital del virreinato de
Perú y sede de autoridad virreinal hasta 1776, año en que se crea el virreinato
del Río de la Plata.
5 Personaje del monte
santiagueño, rescatado en una obra de Horacio Banegas, canta-autor e intérprete
del cancionero santiagueño analizado.
Discografía de Horacio
Banegas 1990-2000
"Mi origen y mi lugar" (1992-Epsa Music).
Santiago es pueblo que canta
(Horacio Banegas)
Mi origen y mi lugar (Horacio
Banegas)
Que tienen los sentimientos
(Horacio Banegas)
Mensaje de chacarera (Horacio
Banegas)
Soy de la tierra (Horacio
Banegas)
Chacarera del cardenal (Jacinto
Piedra)
El que siembra, cosecha (Horacio
Banegas)
Coplas del silencio (Horacio
Banegas)
Canción del quenero (Jacinto
Piedra)
Huaino de mi infancia (Horacio
Banegas)
"Pertenezco a este mundo" (1992-Epsa Music).
Allá vamos (Horacio
Banegas-Elpidio Herrera)
Los ojos de los niños (Horacio
Banegas-Blanca Irurzun)
Desde tu sueño a mis cosas
(Horacio Banegas-"Bebe" Ponti)
Romance del río dulce
(Lugones-Horacio Banegas-Juan Carlos Carabajal)
Cenizas de mis años (Horacio
Banegas)
Hilando sueños (Horacio Banegas)
Pertenezco a este mundo (Horacio
Banegas)
La rubia moreno (Cristóforo
Juárez-Agustín Carabajal)
Mi tierra sigue latiendo (Horacio
Banegas)
Desde el principio al fin
(Horacio Banegas)
"Horacio Banegas y El Proyecto. SINTAXIS" (1992-Epsa Music).
Zambita de allá (Julio A. Jerez)
Mi origen y mi lugar (Horacio
Banegas)
Para cantar he nacido (Horacio
Banegas-"Bebe" Ponti)
El Cardenal (Jacinto Piedra)
El último suspiro (Horacio
Banegas)
Sintaxis (Horacio Banegas)
Hermano Kakuy (Jacinto Piedra
-Juan Carlos Carabajal)
Dos Culpas (Horacio Banegas-L.
Palavecino)
La zamba de Shalu (Horacio
Banegas-Juan Carlos Carabajal)
La Tocadita (Jacinto Piedra)
"La ciudad desierta" (1998-BMG).
Como la piel del silencio
(Horacio Banegas-"Bebe" Ponti)
Chacarera del sol (Horacio
Banegas)
El Chasqui Venancio Caro
(Cristóforo Juárez-Carlos Carabajal)
Flor de paraíso (Horacio Banegas)
La ciudad desierta (Horacio
Banegas)
Allá vamos (Horacio Banegas)
Martes 13 (Horacio Banegas)
Destino de musiquero (Horacio
Banegas)
Angel (Horacio Banegas)
Donde se junten los tiempos
(Horacio Banegas-"Soncoy" Pérez )
El Universo (Horacio Banegas)
Corazón de la salina (Horacio
Banegas- Guido Ávila)
*Docente de la Carrera de Geografía. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Nacional de Córdoba. Dirección electrónica: scvaliente@gmail.com
Fotografía: Santiago Ruiz (Santiago del Estero)
Bibliografía
1. Barros, Claudia (Coord.). Geografía
de la Argentina. La organización territorial. Buenos Aires: Estrada, 2001.
2. Briones, Claudia (Comp.).
Cartografías argentinas: políticas indígenas y formaciones provinciales de
alteridad. Buenos Aires: Antropofagia, 2005.
3. Campos, Marta y Santarelli,
Silvia. "Los paradigmas actuales y la formación del joven geógrafo".
En: IX Jornadas Cuyanas de Geografía. Mendoza, 2002.
4. Chiozza, Elena. El país de los
argentinos. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1975-9.
5. Costa Gomez, Paulo. Geografia
e modernidade. Río de Janeiro: Bertrand Brasil, 1996.
6. de Castro, Josué. Una zona
explosiva en América Latina. El nordeste brasileño. Buenos Aires: Solar/Hachete,
1965.
7. Forni, Floreal, Neiman,
Guillermo y Benencia, Roberto. Empleo, estrategias de vida y reproducción.
Hogares rurales en Santiago del Estero. Buenos Aires: Centro Editor de América
Latina, 1991.
8. García Canclini, Néstor.
"Los usos sociales del patrimonio cultural". En: Florescano E.
(Comp.). El patrimonio cultural de México. México: FCE, 1993, pp. 41-61.
9. Lois, Carla y Zusman, Perla.
"Continuidades y rupturas en las imágenes discursivas y en las
representaciones cartográficas del Chaco entre el período colonial y el del
estado nación argentino (1750-1916)". Ponencia presentada en IX Jornadas
Cuyanas de Geografía. Mendoza, 2002.
10. Navarro, Pablo y Díaz, Pablo
"Análisis de contenido". En: Delgado, J. M. y Gutiérrez, J. (Comp.).
Métodos y técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales.
Síntesis, 1997, pp. 176-224.
11. Oxman, Claudia. La entrevista
de investigación en ciencias sociales. Buenos Aires: Eudeba, 1998.
12. Pizarro, Cynthia. "Las
narrativas sobre el pasado como formas de marcación comunitaria en un contexto
local: Coneta, Catamarca". En: Revista Regional de Estudios Sociales
Separata. Población y Sociedad. Catamarca, 1996, nº 4.
13. Pizarro, Cynthia. 'Ahora ya
somos civilizados'. La invisibilidad de la identidad indígena en un área rural
de la provincia de Catamarca. Córdoba: Editorial de la Universidad Católica de Córdoba,
2006.
14. Rama, A. "Processes of
Transculturation in Latin American Narrative". En: Journal of Latin American Cultural Studies.
1997, vol. 6, nº 2.
15. Rivas, Juan. "El mundo
rural santiagueño en los relatos de Jorge Washington Ávalos" En: Revista
Población y Sociedad. Revista Regional de Estudios Sociales. Tucumán: Fundación
Yocavil, 2001-2002, nº 8 y 9.
16. Rofman, Alejandro y Romero,
Luis. Sistema socioeconómico y estructura regional de la Argentina. Buenos
Aires: Amorrortu, 1998.
17. Tasso, Alberto. Historia de
ciudades. Santiago del Estero. Colección Historia Testimonial Argentina. Buenos
Aires: Centro Editor de América Latina, 1984.
18. Unwin, Tim. El lugar de la geografía.
Madrid: Cátedra, 1995.
No hay comentarios:
Publicar un comentario