Hubo robo de tejas decoradas,
"aprietes" de personas que pretenden trabajar en la minuciosa
investigación de la legendaria urbe.
Una gran preocupación hay en el equipo de especialistas que
encabeza el investigador del Conicet, Alfredo Tomasini, por la falta de
seguridad y de resguardo que tienen las avanzadas excavaciones y los hallazgos
que se están logrando en la ciudad perdida de Esteco.
Personas desconocidas ingresaron recientemente a la zona en
la que se realizan las excavaciones y sustrajeron varias tejas decoradas que
fueron halladas en el sitio. Como si esto fuera poco, un grupo de desocupados
irrumpió días pasados a exigir trabajo en el lugar.
"Tuve que hacer
una exposición policial por la sustracción de las tejas", confirmó
Tomasini. La legendaria urbe constituye uno de los grandes misterios del pasado
colonial salteño. Estaba compuesta por 49 manzanas y fue fundada por el
gobernador Alonso de Ribera. Fue destruida en 1692 por un terremoto que dio
origen al culto en honor al Señor y Virgen del Milagro.
El equipo que ejecuta el proyecto que dirige Tomasini está
integrado por la licenciada Damiana Curzio como vicedirectora, el metanense
estudiante avanzado de arqueología Damián Coronel como secretario técnico, la
metanense Alicia Palacio como secretaria de logística y relaciones
institucionales.En forma temporaria colaboran Ana Porterie, Julia Simioli, María
José Barazzutti, Pablo Flores y Belén Velardez Frecia.
En las excavaciones, limpieza y mantenimiento colaboran los
riopiedrense Francisco, Miguel y Samuel Reinoso. Los investigadores sostienen
que el sitio necesita ser protegido por un alambrado perimetral para evitar
robos y daños como ya ocurrió en años anteriores cuando vándalos ingresaron al
sector y destruyeron la cobertura de los sectores excavados.
El senador de Metán, Roberto Enrique Gramaglia apoyó la
investigación de Esteco y visitó el lunes pasado las ruinas y destacó el avance
significativo para conocer detalles del pasado colonial salteño.
Estaban haciendo sondeos exploratorios en el lugar en el que
estaba la iglesia mayor, según el plano fundacional. Allí hallaron una pared de
adobe a un metro de profundidad. Continuaron excavando en ese sector y
avanzaron lenta y minuciosamente hacia el sur.
Hacia el sector este del muro se halló un importante
derrumbe de tejas que podría haber sido una galería externa o formar parte de
una de las aguas de un techo.
Una vez extraídas las tejas, muchas de ellas decoradas, y
excavando por debajo de ese derrumbe se encontró lo que podría ser un refuerzo
de piedras grandes. Pero se produjeron otros hallazgos sorprendentes en los
últimos días.
"Hemos
encontrado tres dientes de indio, posiblemente de tonocotés o lules, resulta
difícil precisar por qué había varias etnias en la zona en esa época",
confirmó Tomasini. Fuente: eltribuno.info
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