Los
expedientes son instruidos por la Comisaría Primera del Menor y la Mujer de la
Capital, que terminan con exclusión o detención del agresor.
Ya no se callan. Tampoco temen
enfrentar solas el sostenimiento económico de sus hogares, una vez que el
agresor sea detenido o excluido del hogar. No se esconden en sus casas o se
arropan hasta el cuello para ocultar las marcas de las violentas golpizas. Ni
usan anteojos oscuros grandes para que nadie vea los moretones de la cara.
Dicen basta y deciden recurrir a la Policía para denunciar a sus parejas o
maridos. No sólo tienen miedo de perder sus vidas, sino también la de sus
hijos.
Las estadísticas son alarmantes.
Sólo la Comisaría Primera del Menor y Mujer de la ciudad Capital recibió en los
primeros seis meses del año, 536 denuncias de mujeres, quienes sufrieron algún
tipo de agresión, desde la física, pasando por la psicológica, hasta la sexual
por parte de sus propias parejas; o todas juntas.
Esta cifra significa un promedio de casi tres
mujeres (exactamente 2,97) golpeadas por día, de acuerdo con los datos reunidos
por esa dependencia policial y a las que tuvo acceso Nuevo Diario.
Sin bien la gran cantidad de
casos que se denuncian y la infinidad de relatos de las víctimas, la brutalidad
que despliegan los agresores no tiene límites e impactan al personal que
desarrolla tareas en la dependencia que actualmente se encuentra en avenida
Colón casi Rivadavia.
La oficial Graciela Dorado reveló
que hay víctimas que son golpeadas brutalmente porque se niegan a mantener
relaciones sexuales con sus parejas o esposos; incluso, en algunos casos, les
exigen el acto ante la presencia de hijos menores. Muchas terminan violadas por
sus parejas.
“Hay embarazadas que llegan muy golpeadas; esto quiere decir que el
agresor ni siquiera respeta a la mujer que está gestando un hijo suyo”,
afirmó la licenciada Mariana Pedregal.
Si bien las denuncias son de vecinas de
distintos barrios capitalinos, un porcentaje importante son de mujeres que
residen en los nuevos complejos habitacionales que se inauguraron en la zona
sur, entre ellos Siglos XIX, XX, XXI, Los Flores y Virgen de Guadalupe,
entre otros.
“Hay mucha gente joven en esos barrios y se animan más a denunciar las
agresiones que viven cotidianamente”, aseguraron las entrevistadas.
Pero las mujeres no sólo sufren
agresiones de parte de sus parejas, sino también de sus hijos.
“Aquella mujer no supo resolver en un momento determinado la violencia
que sufría de parte de su marido, hoy sus hijos son grandes y se transforman en
sus nuevos agresores. Hay víctimas que han denunciado a sus hijos y hasta
pidieron la exclusión del hogar de los sospechosos”, destacó la oficial
Dorado, que junto con sus colegas contiene a las víctimas hasta que radican
denuncias.
Casi 250 excluidos del hogar y 150 detenidos
La violencia doméstica se ve
reflejada no sólo en las lesiones visibles que presentan las víctimas, sino
también en las decisiones que toma la Justicia, luego de reunir pruebas en contra
de los agresores.
En los primeros seis meses de 2013, personal
de la Comisaría Primera del Menor y la Mujer excluyó del hogar a 246 masculinos
y les impidió acercarse a las víctimas, por orden de las autoridades de los 5
Juzgados del Crimen.
Por ejercer violencia contra la mujer, también
se dispuso la detención de 202 acusados desde enero a junio, de los cuales 150
fueron ubicados y aprehendidos.
Violencia en los niveles económicos más altos
Si alguien pensó que las mujeres
golpeadas son de estratos sociales y económicos bajos, se equivocan.
“Antes,
las mujeres de niveles sociales medios y altos resolvían las agresiones en el
Juzgado, con algún abogado amigo de la pareja e, inclusive, con el terapeuta;
nunca venían a la Policía. Esto cambió; todas las mujeres deciden poner fin a
la violencia y se trasladan hasta esta comisaría para denunciar a su cónyuge”,
afirmó la oficial Dorado. “Se ha
denunciado a profesionales como abogados, médicos, contadores, maestros o
profesores, entre otros, y fueron detenidos”, agregó la funcionaria
policial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario