OJO AL CHARQUI...NUESTRA CULTURA EN MANOS DE POCOS

En Santiago del Estero está a punto de consumarse la legalización jurídica de una dictadura cultural. De aprobarse en el recinto legislativo la Ley "de Promoción Cultural", dos personas podrán manejar lo que consideran "un mercado", literalmente a su arbitrio.Si la Ley de Promoción Cultural prospera, entonces, se institucionalizará la siguiente ecuación:Por una parte, los empresarios capitalistas que se avengan a financiar actividades "culturales", podrán ser eximidos hasta en un 100 % de sus impuestos.En el otro extremo, los artistas y actores culturales, deberán inscribirse en un registro burocrático, a modo de ONGs, y someterse a una selección ejercida por un "Consejo de Promoción Cultural".En el centro -y no sólo virtual- de esta "productiva" ecuación, dos funcionarios: El Jefe de Gabinete y el Subsecretario de Cultura.No es que la tesitura constituya algo novedoso; de hecho, ha venido ocurriendo desde el momento mismo de asumir el poder político en 2005 el partido gobernante, ahora reelecto. Pero la vuelta de tuerca que se pretende hoy ajustar, otorgará a los dos protagonistas, cada vez más excluyentes, del "mercado cultural", un poder prácticamente monárquico.

Hecha la ley

María Alejandra Yositake, flamante diputada de quien se desconocen antecedentes culturales, presentó el 17 de abril de 2009 -apenas unos días después de haber iniciado sus sesiones la Legislatura, este "proyecto de Promoción Cultural".

En su Artículo 3, dicha ley señala quiénes serán los "actores culturales", a quienes los capitalistas podrían financiar. Las áreas contempladas en el texto serían, pues:* Artes visuales (plástica, textiles, fotografía, gráficas, muralística e intervenciones urbanas).* Música, producción discográfica "y afines".* Teatro, danzas y artes escénicas.* Arquitectura y urbanismo (restauración, patrimonio cultural y edificios destinados a la instalación de museos de arte, ciencias naturales, antropológicos o históricos y bibliotecas populares y públicas).* Cinematografía y medios audiovisuales, cortometrajes y documentales.* Literatura y producción editorial.* Expresiones folklóricas y artesanías.* Radio y televisión educativas y culturales.* "Áreas de pensamiento" (Filosofía, Antropología, Ciencias Sociales e Historia).* Sitios de Internet.

En lo relacionado a los financistas, los Artículos 10 y 11 establecen que:* Los financiamientos donde aparezcan publicidades de las empresas del financista "asociadas con el producto cultural" recibirán un beneficio del 50 por ciento del monto aplicado a la financiación.* Los financiamientos como "benefactores" (sin aparición publicitaria del financista), serán eximidos de impuestos hasta en un 100 por ciento.El equipo de gestión para la presente ley, manejará con carácter ad-hoc un presupuesto anual que, según nuestros cálculos, rondaría los 150.000 pesos. Ello debido a que en su Artículo 16, la norma establece que el presupuesto con que contará este Régimen de Promoción Cultural, podría ser de "un 3 por ciento" del presupuesto anual de toda la provincia de Santiago del Estero.

Los jefes

En su Artículo 17, la norma propuesta especifica:"El Jefe de Gabinete será la autoridad de aplicación de la presente Ley. En tal carácter, tendrá a su cargo la aprobación de todos los proyectos que cuenten con asignación presupuestaria."Y en el Artículo 18:"El Subsecretario de Cultura se desempeñará como coordinador de todas las actividades previstas para el cumplimiento de esta ley".El área de su competencia burocrática lo establecerá el Artículo 21:"Crease el Registro del Régimen de Promoción Cultural". Es decir, que para acceder al status de "artista"... los creadores santiagueños deberán estar fichados en este index. De otro modo, no podrán ser contemplados en ningún "emprendimiento cultural" impulsado por la Provincia.¿Y cómo podrá saberse quiénes son artistas y quienes no lo son, antes de que reciban los anhelados dinerillos para promover sus obras? El Artículo 23 nos lo contesta:"...créase el Consejo de Promoción Cultural, bajo la órbita de la Subsecretaría de Cultura", el cual estará integrado por los directores de los museos de Bellas Artes, Arqueológico, Histórico, del Teatro 25 de Mayo y la biblioteca 9 de Julio. El "broche de plomo" en esta legislación "cultural" se establece con meridiana claridad cuando el texto que se busca aprobar reza:El presidente del Consejo de Promoción Cultural será el Subsecretario de Cultura y su vice presidente el Director de Cultura.

"Los condenados de la tierra"

A lo largo de casi toda su historia hispana Santiago del Estero ha padecido una ignominiosa realidad en el ámbito cultural. La de que ningún gobierno se ocupó seriamente de promover verdaderas políticas culturales adecuadas a su rica tradición.Y en los últimos años, quienes ejercemos la profesión de creadores, en esta provincia, hemos oscilado periódicamente bajo estos tres círculos infernales: La bruta dictadura militar, que manejó el área durante sus irrupciones como un accesorio decorativo, en el cual los actores eran siempre elegidos a dedo.La rocambolesca gestión de los Juárez, donde la dama consorte era "propietaria" de esa franja del presupuesto, designando como Directora de Cultura a una maestra jardinera y del Museo de Bellas Artes a una gimnasta, si se le antojaba, pues "lo habían ganado afiliando para la Rama Femenina".Hasta la presente situación donde, con un barniz democrático y "progre", personas que consideran a la obra de arte como una mercancía y a la sociedad como un mercado, han controlado con criterio "empresarial" los fondos de todos los ciudadanos.En un 80 por ciento es nuestra culpa. Por no ser capaces de reclamar, de reunirnos en asambleas periódicas de artistas. Por no entender que no debemos nada a los funcionarios, quienes una u otra vez permiten el uso de las salas públicas, o decretan un pequeño subsidio para editar un libro. Sino al contrario, son ellos quienes nos deben (siendo a la fecha morosos consuetudinarios).Y principalmente, por no ser capaces de luchar, para que la dignidad inmanente de nuestras obras de arte sea reconocida, no sólo con una palmada en el hombro, sino con la remuneración económica y trascendencia social que verdaderamente se merecen.
http://www.adinsantiago.com.ar/0240409.htm